Piqué reclama al árbitro tras derrota del Barcelona ante Real Madrid
Piqué, quien se encontraba en las gradas, bajó al campo para confrontar al árbitro Gil Manzano tras la derrota del Barça ante el Real Madrid.
El FC Barcelona cayó ante el Real Madrid, en un partido que le podría costar el título de La Liga, y uno de los más calientes al final del partido fue Gerard Piqué, quien ni siquiera estuvo disponible para jugar el partido, pero sí para bajar al campo para encarar al árbitro.
Todo ocurrió al finalizar el encuentro, el cual terminó 2-1 a favor del Madrid, cuando Piqué bajó de las gradas para ir directamente a encarar al árbitro Gil Manzano, a quien le dijo de todo, principalmente por sólo añadir cuatro minutos de tiempo de reposición.
El árbitro sólo se limitó a escuchar a Piqué, quien ha sido duramente criticado en redes sociales por meterse al campo a reclamar al silbante mientras sus compañeros se iban a los vestidores.
El cruce de palabras entre Piqué y Modric
Gerard Piqué, quien suele calentarse de más cada vez que le toca perder ante el Real Madrid, también fue protagonista de otro cruce de palabras, en esta ocasión con un jugador merengue, Luka Modric.
Y es que el defensor catalán saludaba a los jugadores del Real Madrid, cuando tocó el turno de Modric, quien le dijo: “Estás esperando para rajar, eh…”, a lo que Piqué contestó: “Hombre, cuatro minutos”, haciendo referencia al tiempo de compensación que hubo en el partido.
El polémico penalti que pide el Barcelona
Un Clásico Español sin polémica no lo mismo. En esta ocasión no hubo tanta, pero una de las jugadas que más reclama el Barcelona es un penal no pitado sobre Martin Braithwaite.
La polémica jugada ocurrió en la recta final del encuentro, con el marcador iba 2-1 a favor del Madrid, Braithwaite fue ligeramente sujetado por Ferland Mendy.
Koeman se queja del arbitraje tras derrota del Barcelona
El que también mostró su enojo tras el partido fue Ronald Koeman, entrenador del FC Barcelona, quien aseguró que el penal sobre Braithwaite había sido “clarísimo”, pero que una vez más se tenían que quedar callados.