El béisbol es un deporte de estadísticas, esto se consigue gracias a que todas las acciones de cada partido jugado se anotan en una hoja llamada box score, esta información se envía a las oficinas centrales de la liga donde se concentra y compila en una enorme base de datos.
Diariamente se publican los números de cada jugador activo, adicionalmente se da información de lo que ha hecho en la última semana, en la presente temporada y en todo su historial como pelotero, de esta manera se puede dar seguimiento puntual a todos los récords existentes y a la posibilidad de que alguien los rompa.
No solo se analizan los números de cada jugador en lo individual, esta increíble base de datos también arroja las estadísticas de cada equipo en lo colectivo.
El registro de cada una de las acciones se acostumbra llevar en todos los niveles de competencia y no solo en las Grandes Ligas o en las Menores, de esta manera podemos conocer algunas de las hazañas consideradas récords imposibles de romper en el béisbol organizado, vamos a analizar tres de ellas y la historia final de cada protagonista.
-El 15 de junio de 1902, en un encuentro de la Liga de Texas, se enfrentaban el equipo Corsicana al Texarcana, ganando el primero por 51 carreras a 3 y extendiendo su racha de victorias hasta imponer el récord de 27 juegos ganados de manera consecutiva.
Lo histórico ocurrido ese día lo realizó Nig Clarke, joven de 20 años que bateó 8 jonrones en 8 turnos oficiales al bate, una marca considerada imposible de igualar, es la mayor cantidad de cuadrangulares conectados en un juego de béisbol profesional organizado en la historia.
Clarke llegó a jugar como receptor nueve temporadas en Grandes Ligas con seis equipos diferentes, lo irónico es que acudió 1536 veces a batear y solo pudo conseguir 6 jonrones, dos menos de los que conectó en un solo día de inspiración.
-El 6 de agosto de 1930, igual en la Liga de Texas, el equipo de Waco apaleó por 20 carreras a 7 al conjunto de Beaumont, lo increíble ocurrido en ese partido es que 18 carreras fueron anotadas en un solo inning y Eugene Rudolph Mercantelli, jugador de Waco, se despachó en esa entrada con 3 cuadrangulares.
Está reconocida por todo el béisbol organizado como la mayor cantidad de jonrones conseguidos por un solo jugador en una sola entrada.
Gene Rye, como se le conocía a Mercantelli, jugó de jardinero en Grandes Ligas para los Medias Rojas de Boston en 1931, su participación fue fugaz ya que apareció 39 veces en el pentágono a batear y consiguió solo siete imparables, todos sencillos, ni un solo vuelacercas, eso es lo maravilloso de este deporte, se pueden ver acciones insospechadas con solo acudir a un estadio.
-El 13 de mayo de 1952, en un partido de la Liga Apalaches, Clase D, entre los Bristol Twins y los Welch Miners ocurrió la que es considerada la mejor actuación de un lanzador en la historia de las Ligas Menores, Ron Necciai, pitcher de Bristol, lanzó un juego sin hit ni carrera y ponchó a 27 bateadores en ese partido.
Habría que hacer la aclaración que en la séptima entrada hubo un out por rola al cuadro, entonces el cátcher Harry Dunlop, dejó escapar la pelota a propósito cuando el siguiente bateador abanicó el tercer strike para que aun ponchado consiguiera llegar a primera y estar obligados a sacar un cuarto out en la entrada, por supuesto el siguiente en el plato también fue ponchado y así es como se completaron los 27.
Necciai no fue flor de un día en las menores, puesto que ya había conseguido un juego de 20 ponches y otro de 19 anteriormente, inclusive al siguiente encuentro de los 27 chocolates que subió al montículo, también abanicó a 24, lo que constituye otro récord, al conseguir 51 ponches en dos partidos consecutivos.
Después de esas actuaciones los Piratas de Pittsburg lo subieron a su primer equipo en una medida desesperada, ese año de 1952 perdieron 112 juegos y ninguno de sus 20 lanzadores habilitados consiguió tener récord ganador.
A Necciai le batearon alegremente, participó en 12 juegos, 9 los inició y solo consiguió una victoria por 6 derrotas, recetó únicamente 31 ponches, fue devuelto a las menores y nunca se recuperó anímicamente.
Ya se cumplieron diez días de temporada 2022, los estadios se llenan, el ánimo ha regresado con todo a las tribunas, esperemos que el control de la pandemia se mantenga y no hay alguna recaída que haga perder este fabuloso ritmo con el que ha iniciado, en una semana inicia la Liga Mexicana, esperemos que ese ánimo se contagie y también arranque con mucha fuerza y estadios llenos.
Vaya al estadio, siga las indicaciones de salud y disfrute los juegos, si estás iniciando en el conocimiento de este deporte y te surgen dudas en algunas jugadas o algo que no entiendas, puedes escribirme y lo analizamos juntos,
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Seguiré comentando la próxima semana.