Una mamá muy luchona
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Súper Deportivo

Una mamá muy luchona

Doña Inés no solo se encarga de hidratar a los deportistas, también los consiente, les da buenos consejos y los llena de buena vibra


Una mamá muy luchona | El Imparcial de Oaxaca

La simpatía, amabilidad, carisma y cariño con que se desempeña día a día, han llevado a Inés Ortega Ortega, mejor conocida como “Mamá lucha”, a convertirse en un icono del deporte en la capital oaxaqueña y sobre todo una madre ejemplar.

“Mamá lucha” se dedica a la venta de raspados en las afueras del Polideportivo “Venustiano Carranza” y desde que se comenzó a reactivar el futbol se encuentra en el Estadio Gral. Manuel Cabrera Carrasquedo.

Con la buena vibra que la caracteriza, la originaria del municipio de Santa Lucía del Camino, cuenta que se dedica a la venta de helados desde que era niña. 

Guerrera desde niña

“Empecé a vender mis raspados desde los nueve años, actualmente llevo más de 20 años viendo los deportes y me encantan, me fascinan, puedo decir que amo el deporte y que soy apasionada del futbol”, relata doña Inés, mientras toma un descanso después de haber despachado unos deliciosos helados de diferentes sabores.

El origen de “Mamá lucha”

Sentada cómodamente a un lado de su inseparable triciclo de raspados y chicharrines, recuerda cómo es que la llegaron a conocer como “Mamá lucha”.

“Cuando yo estaba en el Estadio Benito Juárez, los deportistas me veían hacer el aseo y me decían que era una mujer muy luchona, de ahí surgió el sobrenombre de Mamá Lucha”, indica con la gran sonrisa que la caracteriza.

La popularidad entre los asiduos al extinto “Coloso de Ixcotel”, fue creciendo y llegó hasta las mamás de los futbolistas, quienes incluso les encargaban a sus bebés en lo que veían los entrenamientos o los partidos de sus hijos mayores. 

Con la nostalgia asomándose en su mirada, Inés Ortega confiesa que le causó mucha tristeza la demolición del Estadio Benito Juárez.

“Cuando tiran el estadio Benito Juárez que era mi vida total, sentía que me arrancaban el corazón, pues ya tenía muchos años de trabajo en ese sagrado lugar”, recuerda.

Contenta con la reactivación del deporte

Anteponiéndose a las vicisitudes, “Mamá lucha” se siente motivada por tener la oportunidad de vender sus raspados en el Estadio Gral. Manuel Cabrera Carrasquedo.

“La verdad que la pandemia a todos nos ha pegado muy duro, pero  afortunadamente la situación se está mejorando y con el favor de Dios vamos a salir adelante.

“Me tocaron momentos difíciles pero aquí seguimos luego de año y dos meses de no ver futbol”, agrega la mamá súper deportiva.

Sueño de portera

Madre  de dos hijos, un varón de 25 años y una señorita de 23, quienes se encuentran estudiando sus carreras universitarias, añade que si bien le fascina el futbol, no pudo tener la dicha de practicarlo. 

“A mi me encanta el futbol, sin embargo, me quedé con ese sueño muy grande de poderlo jugar, ya que empecé desde pequeña a vender los raspados y solamente veia los entrenamientos”, admite doña Inés, fanática de los guardametas.que los llama “´Ángeles de las porterías”.

Una mamá imparcial

Otra peculiaridad de “Mamá lucha” es que a pesar de ser fanática del fut, no le va a ningún equipo, pues asegura que no tiene consentidos. 

Antes de concluir la charla con “El Mejor diario de Oaxaca”, agradece todo el apoyo que ha recibido por parte de su familia, amistades y comunidad deportiva en general.

Finalmente, antes de felicitar a todas las mamás en su día, invita a los niños para que no se desanimen y hagan sus sueños en el deporte que les guste.