Un informe publicado este miércoles por la Academia de Medicina de Francia sugiere que el virus del COVID-19 pudo haber tenido su origen en un laboratorio, restando solidez a la teoría de la transmisión natural. En el documento, la institución enfatiza que la hipótesis del escape de laboratorio está respaldada por “un conjunto de hechos y argumentos”, mientras que la teoría de la transmisión a través de animales, aunque considerada, no se presenta como concluyente.
La teoría de la transmisión animal
La hipótesis del origen natural se basa en la detección de muestras genéticas en el mercado de Wuhan, que indican la presencia de perros mapaches, también conocidos como tanukis, los cuales podrían haber servido como intermediarios entre el murciélago y los humanos.
Falta de pruebas concluyentes
Sin embargo, la Academia destaca que no existen pruebas definitivas que sustenten esta teoría de manera concluyente.
Elementos genéticos únicos en el virus
Por otro lado, la hipótesis del laboratorio, defendida en gran medida por agencias de inteligencia estadounidenses, se apoya en la presencia de elementos únicos en el SARS-CoV-2 que no se encuentran en otros coronavirus de origen natural, lo que sugiere un posible aumento de su transmisibilidad debido a modificaciones en su estructura genética.
Necesidad de mayor control en los laboratorios
En su informe, la Academia de Medicina de Francia enfatiza la necesidad de un mayor control en las investigaciones de laboratorio para evitar incidentes similares en el futuro.
Una postura cautelosa ante la incertidumbre
A pesar de inclinarse por la hipótesis del laboratorio, la Academia admite que “es posible que nunca conozcamos el origen de la pandemia”. Durante una conferencia de prensa, la viróloga Christine Rouzioux, profesora emérita en virología del hospital Necker, expresó que “ciertamente hay más argumentos” que respaldan la teoría del escape de laboratorio, aunque señaló que esto no debe interpretarse como una conclusión definitiva.
Críticas al informe
El informe ha generado fuertes críticas por parte de científicos que defienden la teoría del origen natural. Florence Débarre, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones, calificó el documento como “científicamente deficiente” y “cercano al discurso conspiracionista de barra de bar”, considerándolo indigno de la institución que lo publicó.
Un debate que sigue abierto
El debate sobre el origen del COVID-19 sigue abierto, con opiniones encontradas dentro de la comunidad científica. Mientras algunos expertos insisten en la hipótesis natural, otros consideran que hay más indicios que apuntan a un posible escape de laboratorio.