Los peligros de dormir con tu perro o gato que nadie te explica y debes conocer
Compartir una siesta con tu mascota tiene algunos efectos emocionales beneficiosos, pero también existen algunos contras que debes tener en cuenta
Desde que es un cachorro o desde que llega a su nuevo hogar ellos comienzan a acoplarse y aprender sobre sus nuevos hábitos, desde saber en dónde ir al baño, en cuál es su área de comida, así como el lugar donde deben ir a la hora de la siesta. Algunos expertos aseveran que es una pieza clave el poder acostumbrarlos a una cama cuando duermen, ya que puede ser perjudicial que de un momento a otro cambie las circunstancias y ellos ya no estén descansando en el mismo colchón contigo.
Consecuencias de dormir con tu mascota
Y aunque se puede considerar un acto de amor hacer que nuestras mascotas duerman a un lado de nosotros, también se debe tomar en cuenta que esto puede ser dañino para la salud. Tan sólo existen más de 100 enfermedades zoonóticas que producen la convivencia con animales, según señala el Instituto del Sueño.
No basta con estar vacunado y desparasitado, los bacterias que pueden traer en sus pelaje pueden quedarse por mucho tiempo en el colchón, tanto como gatos y perros son susceptibles a tener garrapatas y pulgas que con el tiempo ocasiona que se peguen a nuestra cabellera o piel.
El famoso olor de las patitas de nuestro peludo amigo puede ser adictivo pero también es señal de que una bacteria está desarrollándose cuando desprenden ese particular aroma, porque este desaparece hasta que el canino toma una ducha, por lo que en esas acolchadas patas también se corre el riesgo de que se impregne en nuestra habitación y al respirarlas entra un mundo de enfermedades al cuerpo.
Además de alergías y enfermedades respiratorias por el pelo y las patas de nuestras mascotas son puntos clave para considerar descansar junto a ellos.
Recomendaciones
Como ya se ha mencionado despegarse de tu animal doméstico puede aturdir si lo haces de un día para otro, y màs cuando ellos ya están acostumbrado a una rutina, pero para poder solucionarlo, es necsario:
- Poner límites en donde debe dormir, y cuando esté en su propia cama premiarlo
- Colocar su pequeño colchón cerca de la luz del sol, eso lo hará relajarse más
- Tener paciencia para que se acostumbre a su nueva cama
- Llevarlo regularmente al veterinario para su desparacitación
- Bañarlo cada mes o después de tres semanas, no más porque puede alterar su PH
