Ante la constante resistencia en el uso de cubrebocas en plena emergencia sanitaria por Covid-19, el neumólogo Adoniram Carrasco expuso que este representa ahora la única medida para evitar contagios y es un tema que no debería discutirse.

En entrevista para esta casa editorial, el especialista destacó la importancia de utilizar el cubrebocas y hacerlo de manera correcta, porque a la fecha no hay tratamientos específicos ni vacuna contra esta nueva enfermedad.

Resaltó que la única forma de romper con la propagación del nuevo coronavirus es con el uso de cubrebocas y la sana distancia, sobre todo para no arriesgarse a posibles complicaciones.

“El cubrebocas o la mascarilla quirúrgica como muchos le llamamos, es un elemento indispensable para vivir. Quien no lo usa se arriesga a que en cualquier momento pueda adquirir la Covid-19 y que lo pueda llevar a un desenlace fatal”, explicó.

Falso que uso de cubrebocas genera intoxicación

Después de señalar que ante esta situación que enfrenta el mundo no se puede visualizar la vida sin el cubrebocas, el neumólogo pediatra resaltó que es falso que su uso genere una intoxicación por monóxido de carbono.

“A diferencia de las infecciones, el smog o las partículas en lugares contaminados con humo, arcilla o polvo, el gas (dióxido de carbono) difunde muy fácilmente y no nos puede intoxicar.  Nosotros como médicos llegamos a ocupar por largas horas un cubrebocas, aun antes de la pandemia por Covid-19, y nadie ha muerto por ello”.

¿Qué cubrebocas usar?

El especialista señaló que independientemente de la tela que se ocupe en un cubrebocas, éste debe ser de tres capas, porque así se evitar en mayor cantidad que el virus se propague.

Recomendó que el primer filtro que esté en contacto con la piel sea de algodón, la segunda de nylon y la tercera sintética, a fin de evitar alergias y que este puede ser tolerado por más tiempo.

De los cubrebocas tradicionales que se comercializan en las farmacias, destacó que las formas en las que son diseñados no deben alterarse y estos deben pasar siempre al borde del párpado, debajo de la oreja y en el ángulo de la mandíbula.

“En consejos que se vuelven populares o virales, de cruzar las cuerdas de los cubrebocas, no se debe alterar la forma en la que fueron diseñados”, insistió.

En el caso de las mascarillas con válvulas de exhalación, recomendó que encima también se use un cubrebocas común. “Esto debido a que mi exhalación, en el supuesto de que yo estuviera contagiado, va a salir al ambiente directo y debo proteger a quienes estén frente a mí”.

Añadió la necesidad de que la población se lave las manos o use gel antibacterial cada vez que toquen el cubrebocas. “Una vez colocado se considera sucio y de uso personal. Se recomienda tocarlo desde los resortes y no manipularlo con las manos sin lavar o desinfectar”.

También señaló que su uso no debe ser mayor a dos horas y debe ser reemplazado por otro. En el caso de su desecho, pidió que éste se rompa antes de tirarlo a la basura y no arriesgar a alguien que se contagie por intentar reutilizarlo.

Del uso de cubrebocas “lavables”, recomendó llevar consigo de dos a tres y cambiarlos cada dos horas con el cuidado e higiene que se requieren. Al momento de lavarlos, dijo que estos nos deberán mezclarse con otra prenda del hogar y deben enjuagarse bien para evitar residuos del jabón que puede provocar alergias.

Finalmente, insistió que el uso de cubrebocas debe ser constante y formar ya parte de una cultura de la prevención.