Una operación de vigilancia de rutina se convirtió en una intensa jornada de violencia en las calles de San Juan Cacahuatepec, en la región de la Costa oaxaqueña. Cuando un grupo armado atacó a elementos de la Policía Estatal, desatando un enfrentamiento que culminó con un agresor abatido y siete hombres capturados, fuertemente armados y en posesión de drogas y vehículos.
LOS SUCESOS
Los hechos ocurrieron cuando los policías realizaban labores de patrullaje, momento en que fueron sorprendidos por disparos de sujetos armados. Ante la agresión, los oficiales repelieron el ataque, dando inicio a un tiroteo en inmediaciones de la localidad. La situación escaló rápidamente, movilizando a agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones, quienes acudieron al sitio tras el reporte del enfrentamiento.
Durante el intercambio de fuego, uno de los agresores fue abatido. El sujeto portaba un chaleco táctico, casco y un arma larga tipo AK-47, conocida como “cuerno de chivo”. Lo que evidencia el alto grado de organización y peligrosidad del grupo involucrado. Además, las autoridades lograron capturar a siete individuos del sexo masculino, identificados con las iniciales L.F.G.M., A.M.H.M., J.M.V., J.A.G., J.E.C.B., R.P.C. y M.M.A.
En el lugar de los hechos se aseguraron armas de fuego de diferentes calibres, drogas en distintas presentaciones. Así como dos vehículos y tres motocicletas, presuntamente utilizados por los agresores. El armamento incautado incluye fusiles de asalto de uso exclusivo del ejército. Lo que agrava la situación jurídica de los detenidos.
INICIAN INVESTIGACIÓN
Los siete sujetos fueron puestos a disposición de las autoridades competentes, que ya iniciaron una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades y esclarecer los hechos.
El incidente ha encendido las alertas en la región, no solo por la magnitud del enfrentamiento, sino por la capacidad de fuego y el perfil táctico de los involucrados. Esto pone en evidencia la creciente presencia de grupos armados en zonas rurales del estado.
Finalmente, el hecho reaviva el debate sobre la seguridad en comunidades del interior del estado. Además, refuerza la urgencia de estrategias más efectivas para frenar la violencia organizada que atenta contra la estabilidad social y la integridad de las fuerzas del orden.