Una violenta riña entre presuntos miembros de sindicatos transportistas dejó este jueves una estela de miedo, caos y denuncias graves en la zona comercial de Nuño del Mercado, esquina con Diagonal de Mercaderes y calle De Victoria, en Oaxaca de Juárez. Testigos y comerciantes denuncian que hombres armados con pistolas y machetes, supuestamente vinculados al Sindicato Libertad, atacaron a vendedores y exigieron pagos de “derecho de piso”, en lo que sería una escalada sin precedentes del control sindical sobre espacios públicos.
“Llegaron con armas apuntando”: comerciantes acusan cobros ilegales y amenazas
La versión de los afectados es directa y alarmante. Una vendedora, visiblemente angustiada, declaró:
“Llegaron personas armadas, con machetes y pistolas, agredir aquí, en el área donde uno está trabajando. […] Yo responsabilizo a esas personas de mi vida, de mi familia. Ellos entraron a amenazarme dentro de mi puesto. Con armas, con pistolas y machetes.”
Otra comerciante fue aún más contundente:
“La verdad yo temo por mi vida. Lo que me llegue a pasar a mí o a mi familia, responsabilizo a Lupita Díaz Pantoja.”
Estos testimonios coinciden en señalar directamente a presuntos líderes sindicales, Guadalupe Díaz Pantoja, Guillermo “Memo” Montesinos y Jessica Aquino, como responsables del ataque y las amenazas. En redes sociales circularon imágenes de una persona herida y una camioneta con impactos de bala, reforzando la magnitud del suceso.
Guerra sindical: versiones encontradas y un patrón de impunidad

Según testigos, alrededor de 20 puestos fueron destruidos. Posteriormente, integrantes de la Confederación Joven se enfrentaron a los agresores con palos y tubos, generándose un nuevo brote de violencia en el que incluso se escucharon detonaciones de arma de fuego.
“Las detonaciones del arma de fuego es cuando nosotros y nuestros compañeros llegamos al auxilio. Dispararon sin importarles que hay comerciantes, niños y todos”, aseguró el secretario general de la Asociación Princesa Donají, quien también acusó que la confrontación fue iniciada por el Sindicato Libertad.
La Fiscalía reacciona: investigación de oficio y operativo conjunto
Tras la difusión pública de los hechos y las denuncias ciudadanas, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) informó que abrió una carpeta de investigación de oficio y desplegó un operativo interinstitucional coordinado por el Mando de Seguridad Metropolitana, con participación de la Agencia Estatal de Investigaciones, Policía Municipal, Policía Estatal, Guardia Nacional y SEDENA.

Según el comunicado, se activaron drones tácticos y cámaras del C4 para dar seguimiento en tiempo real y se identificaron personas y vehículos relacionados con los hechos. La FGEO señaló que se trabaja en distintas líneas de investigación para presentar a los responsables ante la justicia.
Aunque la reacción oficial fue inmediata en términos operativos, hasta ahora no se ha informado de personas detenidas, ni se han esclarecido públicamente las causas exactas del conflicto ni las organizaciones implicadas de forma directa.
¿Sindicatos o grupos de poder armado? Una línea cada vez más borrosa
Este nuevo episodio violento vuelve a poner en entredicho la función de los sindicatos en Oaxaca. Especialmente aquellos que se han vinculado de forma reiterada a actos de violencia, extorsión y control territorial. La normalización del uso de armas de fuego y amenazas públicas como mecanismo de presión sindical deja a los comerciantes —y a la ciudadanía en general— en total indefensión.
Resulta especialmente grave que las denuncias de cobro de piso, amenazas armadas y ataques físicos no hayan tenido una respuesta institucional preventiva, y que nuevamente, la intervención se limite a operativos reactivos tras los estallidos de violencia.
¿Quién controla el espacio público en Oaxaca?
Los hechos ocurridos este jueves no pueden ser vistos como una riña común entre comerciantes. Lo que está en juego es el control de los espacios públicos y comerciales por parte de grupos que operan como fuerzas paralelas al Estado. Cuando armas, cobros ilegales y amenazas reemplazan el diálogo y la ley, la pregunta es inevitable:
¿Quién manda realmente en las calles de Oaxaca?
Finalmente, la intervención de la Fiscalía y las fuerzas de seguridad es necesaria, pero insuficiente si no hay consecuencias legales concretas. La ciudadanía no solo exige operativos: exige justicia, garantías para trabajar y un freno al poder de quienes han convertido la violencia en su herramienta de negociación.
Con información de Álvaro Cuitláhuac López