Una mujer fue encontrada muerta con huellas de tortura y heridas de arma blanca la madrugada del sábado 4 de mayo de 2024, en las inmediaciones de la carretera nueva a Monte Albán, en el municipio de Santa María Atzompa, Oaxaca.
A unos metros de ella, fue hallado un hombre maniatado y gravemente herido, que fue trasladado de emergencia al Hospital Civil. Según los primeros reportes, ambos habrían sido atacados juntos y abandonados creyendo que ambos estaban muertos. Ya hay un detenido por el artero crimen, así lo confirmó la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) mediante un comunicado.
El crimen fue precedido por secuestro y tortura en casa de seguridad
De acuerdo con la investigación penal en curso, las víctimas —M.C.H.R. y L.N.L.S.— fueron privadas de su libertad la noche del 3 de mayo por un grupo de personas que las llevaron a una casa de seguridad, donde fueron golpeadas y agredidas durante horas. Posteriormente, fueron trasladadas hasta la zona rural de Atzompa, donde se cometió el ataque final con un arma blanca.
La mujer murió en el lugar, mientras que el hombre sobrevivió a pesar de las lesiones. El caso causó consternación entre habitantes de la zona, quienes señalan la creciente violencia en esa región de los Valles Centrales.
Vinculan a proceso a uno de los presuntos responsables
Luego de las investigaciones, un sujeto identificado como E.M.S. o E.S.M. fue detenido y presentado ante el juez, quien dictó auto de vinculación a proceso por los delitos de homicidio calificado con ventaja y tentativa de homicidio calificado con ventaja. La medida cautelar impuesta fue prisión preventiva, y se concedió un plazo de tres meses para la investigación complementaria.
El acusado fue detenido por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones tras ejecutarse una orden de aprehensión. El proceso continúa en curso.
Feminicidio y violencia extrema: un crimen que revela el riesgo cotidiano
La víctima mortal de este crimen fue una mujer, y el caso está siendo investigado con perspectiva de género, en coordinación con la Fiscalía Especializada en Feminicidios. Este hecho refleja el alto nivel de violencia contra las mujeres en Oaxaca. Donde la tortura, el abandono de cuerpos en espacios públicos y la impunidad son frecuentes en crímenes de odio o venganza.
A pesar de que el hallazgo ocurrió cerca de fraccionamientos habitados, no hubo presencia oportuna de cuerpos de seguridad. La respuesta fue meramente reactiva.
A manera de reflexión
Además, este crimen no solo enluta una familia, sino que vuelve a exhibir la normalización de la violencia extrema en los márgenes urbanos de Oaxaca. El uso de casas de seguridad, la tortura y el abandono de cuerpos en lugares públicos son señales de una estructura criminal operando con relativa libertad.
Finalmente, aunque la vinculación a proceso de un sospechoso representa un paso legal, la justicia plena exige desmantelar a toda la red involucrada y prevenir que esto se repita. La impunidad y la omisión siguen siendo los mayores cómplices de cada nuevo feminicidio.