La violencia extrema volvió a hacerse presente en la región del Istmo. La mañana de este martes, automovilistas reportaron el hallazgo de dos personas asesinadas a balazos sobre la carretera Transístmica, en el paraje conocido como Vixhidu, en jurisdicción de Matías Romero. Las víctimas, un hombre y una mujer, permanecen hasta el momento sin identificar.
Los cuerpos yacían a un costado de la vía federal y presentaban múltiples impactos de arma de fuego, según informaron elementos policiacos que atendieron el llamado de emergencia. No se localizaron vehículos ni pertenencias cerca de las víctima. Lo que refuerza la hipótesis de una ejecución directa y deliberada.
EL CRIMEN OCURRIÓ EN UNA ZONA CLAVE DEL ISTMO
La zona donde ocurrieron los hechos es un tramo estratégico del Istmo oaxaqueño, frecuente para el tránsito de mercancías y vehículos particulares. Lo que vuelve especialmente preocupante la exposición pública de estos crímenes. La ejecución a plena luz del día y en una ruta tan transitada muestra el nivel de impunidad y normalización de la violencia que azota al estado.
Elementos de la Policía Estatal y de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) acordonaron el área para permitir las diligencias correspondientes. Peritos forenses realizaron el levantamiento de los cuerpos, que fueron trasladados a una funeraria local en espera de ser identificados por familiares o conocidos.
SIN ROSTRO, SIN NOMBRES Y SIN RESPUESTAS
Hasta ahora, no se tiene información sobre la identidad de las víctimas ni sobre el posible móvil del crimen. La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) abrió una carpeta de investigación, pero no ha emitido declaraciones que indiquen avances concretos.
Este tipo de homicidios, con claras señales de ejecución, siguen aumentando en frecuencia en el Istmo. El hallazgo de cuerpos ejecutados a un costado de una carretera principal ya no es una rareza en Oaxaca, sino una rutina trágica. Las autoridades acuden, recogen, investigan… pero pocas veces resuelven.
¿Quiénes eran? ¿Por qué los mataron? ¿Quién les disparó? Son preguntas que siguen sin respuesta, mientras la violencia se extiende sin freno.