La incansable labor de los colectivos de búsqueda en Jalisco sigue arrojando resultados inquietantes. En un país donde la violencia y la desaparición forzada continúan siendo una triste realidad, las familias y organizaciones que buscan a sus seres queridos no se detienen, a pesar de los obstáculos y riesgos. Recientemente, dos hallazgos de restos humanos en Jalisco han vuelto a poner de manifiesto la magnitud del problema. Y cuando parecía que habíamos visto lo peor, el horror continúa.
NUEVOS HALLAZGOS EN TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA
El colectivo Corazones Unidos en Busca de nuestros Tesoros de Jalisco informó de un nuevo hallazgo de restos humanos en un fraccionamiento en construcción ubicado en la Nueva Cofradía, en Tlajomulco de Zúñiga. La información que llevó a la localización de los cuerpos provino de una llamada anónima. Lo que refleja una vez más la importancia de las denuncias ciudadanas en la lucha por la justicia.
El colectivo acudió rápidamente al lugar para realizar las excavaciones. En cuestión de horas, lograron encontrar lo que parecían ser restos óseos y prendas de una persona, aparentemente una mujer. En declaraciones a un medio nacional, Cecilia, integrante de Corazones Unidos, explicó que, al parecer, había al menos dos cuerpos enterrados en el lugar. Uno de los cuales correspondería a una mujer y otro a un hombre. A pesar de haber pasado poco tiempo desde el fallecimiento, los cuerpos aún conservaban tejidos y vestimenta. Lo que podría ayudar a esclarecer la identidad de las víctimas.
UN TERRENO MARCADO POR LA MUERTE
El terreno donde se llevó a cabo el hallazgo en Tlajomulco era un espacio abandonado que parecía haber sido utilizado para ocultar cuerpos. La finca, aparentemente en proceso de construcción o desuso, tiene un pasado marcado por la tragedia. Ya que, los restos humanos hallados pueden estar vinculados a la violencia relacionada con el crimen organizado en la zona.
El colectivo, compuesto principalmente por familiares de desaparecidos y personas que buscan justicia por la desaparición forzada, sigue adelante con su misión en busca de respuestas. A pesar de la indiferencia y desconfianza que muchas veces se enfrenta al lidiar con las autoridades.
EL RANCHO IZAGUIRRE Y EL HALLAZGO DE RESTOS EN EL ARENAL
La actividad de los colectivos en Jalisco no se limita a un solo lugar. Corazones Unidos también informó recientemente sobre el hallazgo de una osamenta en la colonia Santa Cruz del Astillero, en El Arenal, Jalisco. Este caso fue resultado de una llamada anónima, en la cual se alertó sobre la posible presencia de hasta cien cadáveres enterrados en el terreno. A pesar de los esfuerzos de los colectivos, las autoridades no habían logrado confirmar la denuncia ni realizar las excavaciones necesarias para determinar la veracidad de la información.
Por su parte, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco también ha realizado investigaciones en la zona del Rancho Izaguirre. Donde, a finales de febrero, se encontraron varios restos óseos junto a ropa, zapatos y pertenencias de jóvenes, presuntamente víctimas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este rancho, que ya había sido intervenido por las autoridades hace seis meses, había sido clausurado tras la detención de varias personas, pero parece que las actividades del crimen organizado siguieron desarrollándose en el lugar.
Además, Guerreros Buscadores informó sobre otro hallazgo en un fraccionamiento de Tlajomulco de Zúñiga. Donde se encontraron los restos óseos de lo que se estima podrían ser 20 cuerpos. Las víctimas, presuntamente enterradas en bolsas, fueron localizadas en el patio trasero de una casa que había sido habitada por una familia durante los últimos tres años. Indira Navarro, líder del colectivo, expresó su preocupación por la forma en que la violencia y las desapariciones afectan a las comunidades en Jalisco. Coon ello, creando un entorno de terror y desconfianza.
UNA LUCHA CONSTANTE POR LA JUSTICIA
Estos recientes hallazgos subrayan la constante lucha de los colectivos que, de forma independiente y con el apoyo de la sociedad civil, continúan buscando a miles de personas desaparecidas en Jalisco y otras partes del país. Mientras las autoridades a menudo se muestran lentas o desinteresadas en la resolución de estos casos, los colectivos siguen demostrando una y otra vez que la búsqueda de justicia no tiene pausa.
Los hallazgos recientes también reafirman la urgencia de mejorar los mecanismos de investigación y respuesta ante las desapariciones, y la necesidad de que las autoridades se comprometan de manera más activa en la identificación y atención de las víctimas. Las llamadas anónimas y las investigaciones de los colectivos siguen siendo la única esperanza para muchas familias que aún esperan respuestas.
Finalmente, la labor de los colectivos de búsqueda es una tarea difícil y peligrosa, pero su valentía y dedicación siguen siendo una luz en medio de la oscuridad que ha marcado a tantas familias en Jalisco y el resto de México. La búsqueda no cesa, y mientras haya vida, seguirán luchando por encontrar a sus seres queridos, sin importar las adversidades.