La lucha entre los grupos criminales de Los Chapitos y La Mayiza ha mantenido a Sinaloa en un constante estado de violencia durante las últimas cinco semanas. Desde el 9 de septiembre de 2024, la situación ha escalado con narcobloqueos, ejecuciones, robos de vehículos y desapariciones, que se han vuelto una triste normalidad en Culiacán y sus alrededores.
UN NUEVO EPISODIO DE VIOLENCIA
La madrugada de este 15 de octubre, las autoridades confirmaron el hallazgo de un hombre ejecutado a las afueras de un centro de distribución de una conocida cadena de tiendas de autoservicio. El incidente ocurrió alrededor de las dos de la mañana, tras reportes de disparos en la zona. Al llegar, elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) encontraron más de 100 casquillos percutidos de un fusil AK-47, conocido popularmente como “cuerno de chivo”. La víctima, cuyo cuerpo quedó tendido boca abajo en la banqueta, presentaba señales de haber sido sometido, ya que tenía las manos atadas a la espalda.
CONTEXTO DE INSEGURIDAD
La violencia en Culiacán se ha intensificado, a pesar de la llegada de más de dos mil militares en los últimos meses, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Entre el 11 y el 14 de octubre, se registraron 28 homicidios dolosos en el estado, con cifras alarmantes: dos asesinatos el 11 de octubre, al menos 13 el 12, tres el 13 y 10 el 14.
A este ambiente se suma la incertidumbre generada por la reciente posibilidad de que Los Chapitos y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) podrían estar uniendo fuerzas para combatir a La Mayiza, lo que podría complicar aún más la situación en la región.
REACCIONES Y MEDIDAS
La escalada de violencia ha llamado la atención no solo de las autoridades, sino también de organizaciones de derechos humanos, que han condenado los ataques verbales del gobernador Rubén Rocha hacia periodistas que cubren la situación de inseguridad en Culiacán. La falta de medidas efectivas para frenar esta ola de violencia ha generado un clima de temor en la población, que se enfrenta a un ciclo de agresiones y desesperanza.
A medida que se desarrollan estos eventos, la comunidad sigue esperando respuestas y acciones contundentes que restauren la seguridad en Sinaloa.