Luego de casi siete años prófugo, un hombre identificado como A.V.B. fue detenido por su probable responsabilidad en el feminicidio agravado de su pareja sentimental. El Crimen ocurrió en el municipio de Villa de Tututepec, en la región de la Costa de Oaxaca.
Los hechos ocurrieron el 25 de agosto de 2018, en la localidad de San José del Progreso. Donde la víctima, una mujer identificada por las iniciales N.C.P., fue agredida con arma de fuego, resultando con heridas que le provocaron la muerte en el lugar.
Una historia de violencia que terminó en tragedia
Según consta en la carpeta de investigación, la víctima sostenía una relación en concubinato con el agresor. Durante la cual fue víctima de violencia de género constante, que incluyó celos, amenazas y maltrato físico y psicológico.
Este patrón de violencia, según especialistas, es uno de los principales factores de riesgo en casos de feminicidio, y muchas veces se mantiene oculto por el entorno cercano, sin intervención oportuna.
Siete años de evasión y una detención clave
El agresor logró mantenerse prófugo desde 2018, lo que retardó el acceso a la justicia para la víctima y sus familiares. Sin embargo, trabajos de investigación recientes permitieron localizarlo y cumplimentar una orden de aprehensión en su contra.
La detención se realizó tras las investigaciones coordinadas por la Vicefiscalía Regional de la Costa. Y ahora, el imputado ha sido puesto a disposición del juez de control correspondiente, quien determinará su situación jurídica en las próximas horas.
El feminicidio: un crimen que persiste
Este caso se suma a una larga lista de agresiones letales contra mujeres en el estado de Oaxaca, que ocupa uno de los primeros lugares nacionales en feminicidios. Organizaciones feministas y de derechos humanos han criticado en repetidas ocasiones la falta de prevención y de respuesta efectiva del Estado ante la violencia feminicida.
Si bien la detención de A.V.B. representa un avance en la búsqueda de justicia, especialistas señalan que el sistema sigue fallando en detectar y detener estos casos antes de que escalen a homicidios, pese a señales evidentes de violencia previa.
Justicia con retraso, pero necesaria
El caso pone nuevamente sobre la mesa la necesidad de reforzar la protección a mujeres víctimas de violencia. Así como la creación de mecanismos eficaces para monitorear relaciones de riesgo y actuar a tiempo.
Finalmente, los familiares de N.C.P. esperan justicia tras casi siete años de impunidad, en un entorno donde la violencia contra las mujeres no solo continúa, sino que parece agravarse en distintas regiones del estado.