Luego de horas de incertidumbre, las autoridades confirmaron la identidad de la joven que fue localizada sin vida y encostalada, junto con un hombre, en inmediaciones de la colonia Las Iguanas, en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
Se trata de Reyna Violeta S. C., originaria de esta misma ciudad. Su cuerpo fue reconocido por sus familiares gracias a tatuajes visibles y otras características físicas.
VIVÍA SOLA Y RENTABA EN LA COLONIA CENTRO
De acuerdo con versiones extraoficiales, Reyna Violeta no tenía un domicilio fijo y ahora rentaba en el centro de Juchitán. Aunque otras personas señalan que Violeta era una conocida comerciante y había emprendido el negocio de una concurrida cenaduría en la Octava Sección, Cheguigo.
La joven fue vista por última vez con vida días antes del hallazgo. Pero no se había emitido una alerta oficial de desaparición.
LAS CAUSAS DE MUERTE AÚN NO HAN SIDO CONFIRMADAS
Aunque en un principio se manifestó que las víctimas, entre ellas Violeta, presentaban impactos de bala, al parecer el cadáver de la joven no los tenía. Por lo que se presume que pudo haber muerto por asfixia, golpes u otro método. Lo cual será confirmado por la necropsia de ley realizada por el personal forense de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO).
INVESTIGACIÓN EN CURSO Y SIN DETENIDOS
Hasta el momento, la Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación. Sin embargo, no hay detenidos ni se han dado a conocer avances sustanciales sobre el móvil del crimen. Ni la identidad del segundo cuerpo encontrado junto a Reyna Violeta.
La zona donde fueron abandonados ambos cadáveres —una zona despoblada entre la colonia 25 de Mayo y la Virgen de Guadalupe— ha sido señalada por habitantes como un punto de riesgo. Esto, debido a su escasa vigilancia y alumbrado.
INDIGNACIÓN Y EXIGENCIA DE JUSTICIA EN JUCHITÁN
El caso de Reyna Violeta ha provocado indignación en redes sociales y entre colectivos feministas, quienes denunciaron la repetición de patrones de violencia feminicida en el Istmo, donde jóvenes mujeres son privadas de la vida y sus cuerpos abandonados sin que haya respuestas del Estado.
“Identificada o no, desde el principio supimos que era otra de nosotras. Reyna tenía nombre, historia y sueños. Y la mataron”, escribió en Facebook el colectivo Mujeres Tejiendo Rebeldías.
Finalmente, la muerte de Reyna Violeta no es un caso aislado. Su asesinato se suma a una alarmante lista de mujeres jóvenes que han sido violentadas, asesinadas y arrojadas como desechos en distintas regiones del Istmo de Tehuantepec. La falta de prevención, la impunidad y el silencio institucional continúan marcando estos casos.