Durante la noche del martes 24 de junio, la tranquilidad de la colonia Barrio Nuevo, en Irapuato, Guanajuato, fue brutalmente interrumpida por un ataque armado que dejó un saldo de 12 personas muertas y al menos 10 heridas. Entre las víctimas hay niños. El atentado ocurrió mientras se celebraba una fiesta patronal en honor a San Juan, en un domicilio de la calle Bustamante.
De acuerdo con información preliminar difundida por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato, las víctimas fueron alcanzadas por proyectiles de arma de fuego disparados por sujetos aún no identificados. Las autoridades locales, visiblemente conmocionadas por el hecho, aseguraron que se desplegarán acciones “contundentes” para esclarecer el crimen y reforzar la seguridad en la zona.
DISPAROS GENERAN ESTAMPIDA Y CONFUSIÓN
Durante una fiesta patronal, al menos 50 disparos interrumpieron de forma violenta la celebración. Con ello, provocando pánico entre los asistentes. Un video difundido en redes sociales muestra a personas corriendo para resguardarse mientras se escuchan gritos desesperados; una mujer, entre la confusión, grita angustiada “¡Mi niño!” antes de que la grabación se corte abruptamente.
Según testigos, las ráfagas de balas desataron el caos, obligando a los asistentes a buscar refugio entre la multitud. Tras el ataque, los agresores huyeron del lugar con rumbo desconocido. Dejando a la comunidad conmocionada por la brutalidad del hecho.
El gobierno municipal de Irapuato confirmó, mediante un comunicado oficial, que diez personas murieron y al menos diez más resultaron heridas durante el ataque armado ocurrido en una fiesta patronal. Entre los lesionados se encuentran hombres, mujeres y niños. Incluyendo un menor de apenas dos años que recibió un disparo en el ojo. Todos los heridos fueron trasladados al Hospital General de Irapuato para recibir atención médica urgente.
RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES: OPERATIVO URGENTE
Tras el ataque, el Gobierno Municipal activó un operativo conjunto en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE).
En el lugar también se hizo presente personal del Centro de Atención Integral a Víctimas (CAIV). El cual brindó apoyo psicológico, asesoramiento jurídico y acompañamiento a los familiares de los fallecidos. Además, se ofreció orientación para interponer denuncias ante la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, que ya abrió una carpeta de investigación.
UN ESTADO MARCADO POR LA VIOLENCIA
El trágico suceso en Irapuato no es un caso aislado. El estado de Guanajuato atraviesa una ola de violencia persistente. Apenas el pasado 14 de junio, se registró un enfrentamiento armado en Yuriria, en la comunidad de San Vicente, donde murieron dos civiles y un policía, y otros dos agentes resultaron heridos. Según el reporte oficial, los civiles armados abrieron fuego desde una camioneta contra policías que atendían una llamada de emergencia.
Este patrón de ataques evidencia el nivel de riesgo que enfrentan no solo las autoridades, sino también la ciudadanía, cada vez más atrapada entre el crimen organizado y un aparato de seguridad que no logra contener la escalada violenta.
CONDENA Y COMPROMISOS: ¿BASTA CON LAS PALABRAS?
A través de un comunicado difundido en redes sociales, el Gobierno Municipal lamentó el atentado y reiteró su compromiso de “no dar un paso atrás en la misión de recuperar la paz”. La Administración Pública se solidarizó con las víctimas y sus familias, pero la pregunta de fondo persiste:
¿son suficientes estas declaraciones cuando los ataques armados se vuelven habituales?
El dolor que deja este tipo de hechos no se repara con comunicados ni promesas. Mientras las autoridades insisten en que la violencia será enfrentada con determinación, los ciudadanos conviven día a día con la inseguridad y el miedo.
¿HACIA DÓNDE VA GUANAJUATO?
Guanajuato es uno de los estados más golpeados por la violencia en el país, una situación que parece haberse normalizado a pesar de los constantes operativos y el despliegue de fuerzas federales. El ataque en Irapuato, en pleno contexto de una fiesta religiosa, es una muestra del grado de impunidad con el que operan los grupos criminales.
Ante este panorama, la sociedad civil, los expertos en seguridad y los medios de comunicación coinciden: más allá de la reacción inmediata, se requiere una estrategia integral, con enfoque en prevención, inteligencia y justicia eficaz.