Lo que empezó como una jornada común de pesca para Pedro O., terminó en tragedia. El hombre, originario de Santa María Xadani, fue hallado sin vida en una laguna de la región por el grupo de rescate Cañeros del Istmo. Luego de haber sido sorprendido por una tormenta mientras intentaba conseguir alimento y sustento económico para su familia.
Salió a pescar, no volvió
Un día antes de su hallazgo, Pedro salió de su hogar como tantas veces lo hacía, con su balsa, sus herramientas y la esperanza de una buena jornada. Sin embargo, las condiciones climáticas se tornaron adversas. La versión de los rescatistas indica que Pedro intentó aferrarse con una soga a su balsa. Resistiendo la fuerza del viento y el agua, pero no logró sobrevivir.
Cuando fue encontrado, su cuerpo flotaba con sus tenis puestos y la soga aún en la mano. Una imagen que revela la desesperación de sus últimos instantes.
Rescate y despedida en su comunidad
Tras ser localizado, su cuerpo fue trasladado por las autoridades a su comunidad de Santa María Xadani,. Donde fue entregado a sus familiares para ser velado y recibir cristiana sepultura. La comunidad, conmovida, lamenta la pérdida de un hombre trabajador y ejemplar, cuya vida se apagó en el ejercicio cotidiano de su oficio.
Pescadores sin protección: el riesgo diario en el mar y lagunas del Istmo
La muerte de Pedro Orozco vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de los pescadores artesanales, que día a día se enfrentan a riesgos naturales sin equipo adecuado, sin seguimiento meteorológico ni apoyo institucional.
Pese a que su labor es vital para la economía local y la seguridad alimentaria de muchas familias, la falta de infraestructura, entrenamiento y condiciones de seguridad los deja expuestos ante tormentas como la que se llevó la vida de Pedro.
Finalmente, su muerte no solo es una tragedia personal y familiar; es una advertencia silenciosa sobre el abandono de los oficios tradicionales en contextos de pobreza y riesgo climático.