La tranquilidad del Centro Histórico de Oaxaca fue interrumpida este fin de semana por un operativo de inspección que puso en jaque a bares, restaurantes y cantinas. Un total de 13 establecimientos fueron clausurados, mientras otros nueve recibieron multas por diversas anomalías. El despliegue se dio en el marco del programa “Comercio Regular, Vecino Seguro”, que apunta a verificar el cumplimiento de normas en zonas de alta afluencia comercial.
Extintores caducos, aforo rebasado y licencias irregulares: el saldo
Las visitas revelaron un patrón preocupante: en la mayoría de los locales inspeccionados los extintores estaban caducos, el aforo sobrepasaba los límites legales, o no se contaba con la documentación adecuada. En otros casos, se detectó alteración de giro, falta de manejo higiénico de alimentos y ausencia de constancias de fumigación.
El operativo recorrió 27 establecimientos —de los cuales casi la mitad presentó faltas importantes— generando un fuerte contraste con la imagen turística y cultural que suele proyectar esta zona de la ciudad.
Lista negra: los establecimientos clausurados o sancionados

Entre los bares y restaurantes clausurados se encuentran nombres reconocidos del circuito nocturno oaxaqueño, como:
La Cucaracha
La Barra Popular
Cantina Salón de la Fama
Fandango
La Querencia
Beer Garden
Xalaparta
Taquería Álvaro
La Perrera
La Popular Macedonio Alcalá
Océano
La Tía Chela
Cantabar del Despecho
En tanto, otros como Casa Moctezuma, Friends, Lulas, y El Rincón del Artista, fueron infraccionados por irregularidades menores, aunque no menos preocupantes si se considera el enfoque de seguridad pública del operativo.
Menos delitos, pero más dudas
Según los datos preliminares del operativo, hubo una disminución en las denuncias por delitos durante los días de la intervención, lo que fue señalado como un logro. Sin embargo, este tipo de operativos también abre un debate incómodo: ¿cuántos de estos establecimientos habrían seguido operando con riesgos para la seguridad pública de no haber existido esta revisión?
¿Control o presión? Debate sobre la vigilancia comercial
Aunque los operativos buscan salvaguardar la integridad de la ciudadanía, también han generado suspicacias entre algunos propietarios, quienes perciben una sobrerregulación selectiva o medidas “ejemplarizantes” que castigan sin ofrecer mecanismos claros de regularización. Otros, sin embargo, aplauden la acción como una forma de nivelar la competencia y reducir el desorden nocturno que ha crecido en los últimos años.
Un golpe necesario, pero con cuentas pendientes
La jornada de clausuras y sanciones dejó en evidencia una realidad incómoda: una buena parte del comercio nocturno opera en condiciones fuera de norma. Si bien el objetivo de garantizar la seguridad es válido, el reto sigue siendo la creación de políticas permanentes de inspección, capacitación y acompañamiento, más allá del efecto sorpresa.
¿Garantizar la seguridad o mostrar músculo? El operativo dejó clausuras, sanciones y menos delitos, pero también dudas sobre la constancia de las acciones y la transparencia de sus criterios. Lo cierto es que el Centro Histórico vive una contradicción: es un polo turístico, cultural y económico que necesita vigilancia, pero también reglas claras y justas para todos.