La crueldad de los carteles en el país y sus deseos por experimentar con sustancias nocivas para la salud, ha ido más lejos de lo esperado. Según informes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó en el 2023, cargos contra 23 presuntos miembros del Cártel de Sinaloa, específicamente ligados a la producción y tráfico de fentanilo. Algunos de los detalles escalofriantes de la acusación, incluyen prácticas de experimentación humana con esta peligrosa droga, lideradas por Néstor Isidro Pérez Salas, alias ‘El Nini’, y Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias ‘El 27’.
De acuerdo con los expedientes en poder judicial, Los Chapitos, una célula del cártel, realizaron experimentos con seres humanos para observar los efectos letales del fentanilo, llevando estos actos a un nivel completamente macabro.
En un caso particularmente perturbador, se relata que El Nini y El 27 recibieron la orden de ejecutar a una mujer, pero optaron por inyectarle múltiples dosis de fentanilo en lugar de matarla de inmediato. La mujer, sometida a esta brutal experiencia, falleció por sobredosis.
Relacionado con el tema, el New York Times publicó una investigación que confirma que estas prácticas de experimentación no son un hecho aislado, sino una rutina dentro del cártel. Los integrantes del Cártel de Sinaloa, siempre en busca de aumentar la potencia del fentanilo, recurren a sustancias como anestésicos veterinarios y sedantes para animales, siendo uno de los más comunes la xilacina. Este potente sedante, utilizado principalmente en caballos, se mezcla con fentanilo para crear una droga aún más peligrosa conocida como ‘tranq dope’ o ‘droga zombie’.
El uso de xilacina en estas combinaciones ha aumentado la letalidad del fentanilo, complicando el tratamiento de las sobredosis. Los miembros del cártel, en algunos casos, usan animales como cobayas humanas para probar la dosis y determinar su efectividad antes de distribuirla a los consumidores. Según uno de los testimonios, si un conejo sobrevive más de 90 segundos tras recibir la dosis, la mezcla se considera “débil” para ser vendida en el mercado.
Estas espeluznantes prácticas subrayan la deshumanización y falta de ética en las operaciones del Cártel de Sinaloa, mientras continúan poniendo en riesgo vidas con sus experimentos mortales. La acusación a los miembros de este cártel refleja la creciente violencia y crueldad asociadas con la producción de fentanilo, una de las drogas más letales del mundo.