La violencia volvió a sacudir la región de los Valles Centrales este viernes por la mañana. Cuando un joven fue asesinado a balazos dentro de las instalaciones de la empresa Julmar Camiones, ubicada sobre la Carretera Federal 190. A escasos metros de la gasolinera Mictlán, en Tlalixtac de Cabrera, municipio conurbado a la capital oaxaqueña.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el joven fue atacado por dos sujetos a bordo de una motocicleta, quienes abrieron fuego sin mediar palabra, impactando varias veces en el pecho de la víctima, que cayó muerto en el acto. El crimen ocurrió en plena jornada laboral y a la vista de empleados y transeúntes de la zona.
El cuerpo quedó tendido boca arriba, vestido con una playera gris, pantalón de mezclilla y tenis de color negro con blanco. Los presuntos agresores escaparon con rumbo desconocido.
EL SILENCIO DE LA CALLE Y LA IMPUNIDAD DE LOS SICARIOS
Testigos del crimen dieron aviso inmediato a los servicios de emergencia y corporaciones policiales, quienes al llegar al lugar solo pudieron confirmar el fallecimiento del joven. La zona fue acordonada de forma inmediata para preservar los indicios balísticos y evitar la contaminación de la escena del crimen.
A los pocos minutos se presentó personal de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos de Alto Impacto (FEADAI), perteneciente a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), para dar inicio a las diligencias periciales y al levantamiento del cuerpo.
VIOLENCIA EN EXPANSIÓN EN LOS VALLES CENTRALES
Este nuevo homicidio, ocurrido en una zona de alta actividad comercial y empresarial, refleja el preocupante incremento de la violencia en municipios cercanos a la capital oaxaqueña, donde hechos similares se han venido registrando con mayor frecuencia en los últimos meses.
Aunque las autoridades no han revelado aún la identidad de la víctima ni una línea clara de investigación, de manera extraoficial se informó que el fallecido se llamaba Mauricio M., de 18 años de edad. El modus operandi —sicarios en motocicleta, ataque directo y fuga inmediata— sugiere una posible ejecución con tintes de crimen organizado.
SIN DETENIDOS AÚN
Hasta el momento, no hay personas detenidas ni informes preliminares sobre la posible motivación del asesinato. Tampoco se ha especificado si la víctima era trabajador de la empresa Julmar o si se encontraba ahí por otro motivo.
Este crimen se suma a una larga lista de hechos violentos que se han vuelto parte cotidiana de la vida en Oaxaca, una entidad que históricamente ha presumido ser pacífica, pero que en los últimos años ha visto un repunte alarmante en ejecuciones, desapariciones y extorsiones.
Mientras las autoridades investigan, una familia más se une al luto, y la ciudadanía vuelve a preguntarse:
¿Quién sigue y hasta cuándo?