AEI está bajo la lupa de la ciudadanía
Un supuesto agente investigador fue acusado de robo y de golpear a una mujer.
En las últimas horas, elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) han dado de que hablar al verse involucrados en hechos bochornosos en la capital del estado y sus regiones.
La madrugada de ayer, elementos de la Policía Municipal de Asunción Nochixtlán y vecinos, lograron la detención de un presunto elemento de la AEI en la calle Porfirio Díaz a quien acusaban del robo de pertenencias en una camioneta de un comunicador, además de golpear a una dama.
El hombre fue puesto tras las rejas, pero enseguida lo liberaron por causas que la misma ciudadanía desconoce, presumen que por ser personal de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO). Ante lo ocurrido, ciudadanos piden justicia y esclarecer los hechos.
Cabe señalar que en un hecho sin precedente hace unos días, como reguero de pólvora, circuló en redes sociales el asalto a un mando de la AEI, mismo que habría sido despojado de sus armas de cargo y un automóvil.
Sin embargo, se presume que se trató de un problema pasional en donde estuvo involucrada otra comandante de la corporación.
Por ambos casos ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto, para desmentirlo o confirmar los casos, en tanto elementos de la corporación continúan saliendo embarrados en presuntos hechos bochornosos.
Por si fuera poco, la comandancia de Ocotlán de Morelos, en donde las mismas autoridades han comprobado a través de cateos e intervenciones policiacas que ahí mantienen base bandas dedicadas al robo de camiones de trasporte de carga, quedó acéfala, luego que la mayoría de los elementos asignados a esta comandancia salieran de la zona señalados por hechos de supuesta corrupción, investigaciones que están a cargo de la misma FGEO.
Expertos opinan que la corporación no tiene mucho que ofrecer a la ciudadanía, pues no hay elementos nuevos y los que están se han ganado sus lugares o plazas a través del paso de los años y regalías de la misma dependencia.
La mayoría está en la corporación por compadrazgo con los mandos policiales, unos más por cubrir plazas de sus padres o esposos caídos en cumplimiento de su deber, como único medio para subsistir.
