Abuso policiaco en Huitzo cobra la vida de un joven oaxaqueño
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Policiaca

Abuso policiaco en Huitzo cobra la vida de un joven oaxaqueño

El joven originario de Huitzo perdió la vida; su hermano sobrevive pero presenta graves lesiones


  • Abuso policiaco en Huitzo cobra la vida de un joven oaxaqueño
  • Abuso policiaco en Huitzo cobra la vida de un joven oaxaqueño
  • Abuso policiaco en Huitzo cobra la vida de un joven oaxaqueño

Luego de darse a conocer el caso de un joven asesinado a manos de la policía municipal de Acatlán de Pérez Figueroa, otro caso similar sale a la luz. 

Se trata de un joven que perdió la vida presuntamente a manos de la policía, con el apoyo de la Síndico Municipal, Martha Isabel Hernández e integrantes de una familia.

La historia

De acuerdo con una narración que circuló en las redes sociales, el pasado 6 de mayo aproximadamente a las 13:00 o 13:30 horas, Diego llegó a casa de su mamá con una bicicleta. Jaziel, su hermano, estaba por dirigirse a casa de sus abuelos donde ayudaba en la construcción de una cabaña.

Jaziel cuestionó a Diego sobre la bicicleta, quien le respondió que era prestada y que más tarde la devolvería a un amigo.

Horas más tarde, Jaziel volvía a eso de las 19:00 a casa de su mamá cuando fue cuestionado por un hombre con aspecto de albañil sobre su hermano Diego.

El hombre le explicó al joven que le había prestado su bicicleta a su hermano pero que aún no se la devolvía, a lo que Jaziel le indicó que buscaría a su hermano y la traerían de vuelta.

Durante el lapso entre la tarde y la noche de ese mismo día, ambos jóvenes se encontraban realizando actividades cotidianas cerca de su domicilio ubicado en la calle Porfirio Díaz marcado con el número 35.

Más tarde, a las 23:00 horas, Jaziel alcanzó a ver a su hermano en un local de venta de alimentos propiedad de la “señora Licha” donde observó a su hermano aún con la bicicleta mientras éste compraba una tostada.

El joven se acercó y le dijo a Diego que ya era tarde y debían volver a casa por lo que comenzaron el trayecto.

Al llegar al arroyo de la avenida Vía Central se encontraron con el dueño de la bicicleta a quien se la entregaron.

La primera golpiza

Fue cuando caminaban sobre la calle Los Sabinos que un vehículo Versa de color vino con franjas de color blanco señalado como taxi se les acercó. De él descendieron un grupo de hombres que quienes armados con palos y tubos comenzaron a perseguirlos hasta la estación del Ferrocarril donde (según Jaziel), Omar Caín P. C. lo detuvo y lo tiró al suelo donde le propinó una golpiza.

Mientras tanto otro sujeto identificado como “El Profe”, conocido también con Ever, golpeaba a su hermano Diego.

Fue gracias a los gritos de unas vecinas que circulaban por la zona que los atacantes se alejaron y los jóvenes pudieron escapar hasta el domicilio de sus tíos ubicado frente a la estación del Ferrocarril.

En este lugar permanecieron aproximadamente de 15 a 20 minutos antes de volver a encaminarse hacia su hogar. Una de sus tías y su hijo, los acompañaron hasta el cruce del puente ubicado en el arroyo de la avenida donde ya se encontraban a escasos metros de su casa.

Los arrestan 

Los jóvenes continuaron su camino desde este punto, sin embargo metros adelante una patrulla con ocho elementos de la policía los acorraló para esposarlos.

Al cuestionar el motivo, el comandante de la policía, identificado como Abraham Felipe M. I., respondió que “por rateros”, mientras eran subidos a la batea de la unidad policial.

Ambos jóvenes fueron presentados ante la Síndico Municipal, Martha Isabel Hernández Hernández, quien antes de entrevistarlos se despedía de la ciudadana Martha Alicia B. y de su hijo Jesús Eduardo H. B. que minutos antes se encontraban dentro de su oficina luego de haber descendido de un taxi con otras personas, unidad que coincidía con la misma que había interceptado a los jóvenes horas antes.

Al salir, la señora Martha Alicia dijo a la síndico a carcajadas “ahí te encargo”, mientras que la síndico respondió “que para eso está la familia”.

Frase que escucharon los detenidos antes de solicitar hablar con sus familiares.

Los elementos de la policía les negaron la llamada por lo que Diego comenzó a llorar, siendo reprendido por la síndico Martha Isabel, quien presuntamente ordenó a los elementos de la policía golpear los jóvenes.

Un elemento identificado como Homero, conocido de Jaziel, se acercó a los jóvenes para darles agua, sin embargo el comandante Abraham llamó su atención y le pidió que se retirara y que no tocara nada.

Enseguida, el comandante se colocó unos guantes de cuero y comenzó a despojarlos de sus pertenencias, mismas que depositó en una bolsa de plástico e introdujo dentro de la cabina de la patrulla.

Esas mismas pertenencias aparecieron cuatro días después en el lugar donde los jóvenes habían sido golpeados por órdenes de la síndico municipal.

Segunda golpiza

Ya sin sus pertenencias, ambos jóvenes fueron subidos a la patrulla bajo amenazas.

Tras dar una vuelta al palacio presidencial, la patrulla se detuvo para recibir a una mujer uniformada de la comandancia quien le entregó algo al policía que patrullaba la unidad oficial y quien fue identificado como David Hernández V.

Enseguida la patrulla arrancó nuevamente hacia la calle Huexolotitlán, rumbo al paraje conocido como “El Campamento”. Una vez allí, la patrulla se dirigió hacia el poblado de Telixtlahuaca por la carretera federal en dirección a la Ciudad de México, mientras Jaziel y Diego aún se encontraban sentados en la parte trasera de la patrulla observando el camino.

Durante el recorrido, Jaziel pudo contabilizar un promedio de 11 curvas  antes de llegar a un punto donde pudieron observar un taxi de color vino con franjas blancas, esta vez un Tsuru. De esta unidad descendieron varios hombres, entre ellos Jesús Eduardo H. B., quien ordenó a los policías bajar a los dos muchachos.

El comandante Abraham, David H. V. y otros dos policías, entre ellos un encapuchado, tomaron a ambos jóvenes y los arrojaron al suelo con las manos aún esposadas detrás de la espalda.

Una vez en el suelo, Jesús Eduardo (a) “el Lalo” y otros más comenzaron a golpear a Jaziel y Diego mientras Eduardo decía “ya hay que matarlos”.

Luego de una brutal golpiza, ambos jóvenes dejaron de moverse por lo que los policías decidieron arrojar los cuerpos a un barranco.

Vuelve sin su hermano

Fue hasta el día siguiente, 7 de mayo, que Jaziel logró recuperarse y pudo salir a la carretera donde pidió ayuda.

Tras varias horas, el joven logró llegar a casa de sus abuelos donde ya se encontraba su mamá.

El joven que presentaba contusiones y heridas de gravedad fue recostado en un sillón donde les contó lo sucedido, indicando que al despertar se percató de que su hermano Diego había fallecido a causa de la golpiza.

Familiares del joven registraron en vídeo sus lesiones recostado en un sillón, mientras el abuelo narra lo sucedido la noche anterior mostrando los golpes de su nieto en brazos, piernas, manos y cabeza.

Por estos hechos, familiares claman justicia por la muerte del joven Diego a manos de la fuerza policial y en contubernio con la síndico municipal e integrantes de la familia que minutos antes del arresto de sus hijos se encontraba en la oficina de Martha Isabel.

Respecto a estos dos últimos casos de supuesto abuso de la autoridad policial, el Congreso Local y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), se han pronunciado para no seguir tolerando estos abusos, por lo que se exhortará a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) el pronto esclarecimiento de estos hechos que han dejado sin vida a dos jóvenes en los últimos meses. De acuerdo con la DDHPO, en lo que va del año se han denunciado 50 casos de abusos de autoridad. Mientras que en el 2019 se registraron mil 500 casos.


aa

 

Relacionadas: