Promotor cultural del Anahuac
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Opinión

Toltecáyotl

Promotor cultural del Anahuac

 


A los 25 años me fui a buscar mis supuestas raíces a Europa, dado que, en mi casa, en la escuela, la universidad y en Coyoacán, me habían hecho creer que era occidental. Realice un viaje incidental en busca de esa supuesta raíz perdida en el desembarco de mis genes al continente. Después de dos años de viajar y visitar algunos países de Europa, Marruecos y Argelia. Pero, especialmente mi base fue España, en donde no encontré las dichosas raíces. Me di cuenta que no era ni superior, ni inferior a esta gente, sino diferente. Esa verdad me impactó, pues deshacía todos los mitos identitarios clasemedieros, racistas y clasistas en los que crecí. Si no eres occidental, entonces qué eres, me pregunté. Y me regresé a México a buscar mi identidad. “Aquél por quien se vive”, me mandó a Oaxaca a trabajar a la casa de la cultura de Tuxtepec. Echamos a andar esa institución por invitación de la sobrina del Ing. Jorge L. Tamayo. Estudié en la UNAM la carrera de LAE y trabajé en las gerencias de crédito del grupo Monterrey y después en una empresa trasnacional que producía aditivos para el concreto. De modo que mi formación laboral era de la I.P., por lo que trabajamos tres años en la casa de la cultura de Tuxtepec a marchas forzadas y logramos hacerla autofinanciable al 75%.

En ese lance me propuse especializarme en la promoción cultural. Pero el destino siempre juega las contras. El Ing. Juan Roberto Salinas Solís, gerente de FAPTUX, me invitó a trabajar como gerente de administración del grupo y dejé la casa de la cultura y me fui al DF, a trabajar a las oficinas centrales. El gusto me duró muy poco, porque el Gobernador Pedro Vázquez Colmenares, me ordenó que viniera a dirigir la casa de la cultura oaxaqueña, él era el jefe de mi jefe. Así llegué a Oaxaca de una oreja, no conocía a nadie y además, la casa de la cultura estaba tomada por dos maestros que eran dirigidos por un político que, resentido porque no le había tocado el hueso que él quería, se dedicaba a crearle problemas al gobernador. Trabajé con don Pedro, Jesús Martínez y Heladio Ramírez, en la casa de la cultura, me formé en el camino como promotor cultural. Tenía algunos meses en la CCO, cuando me pidieron que atendiera a un invitado especial del gobierno que venía a conocer Oaxaca. Este bendito señor, me empezó a preguntar sobre la historia y cultura de Oaxaca, y mi respuesta era que no sabía, que no era oaxaqueño y que acababa de llegar a trabajar.

El interfecto me puso una santa regañada, me dijo que esas no eran excusas válidas, y que, si yo era el director de la CCO, debía conocer la historia y la cultura del estado. Así que me puse a investigar y a estudiar en serio, aprendí la lección. Renuncié a la CCO, porque a las instituciones les hacen daño los jefes que se hacen añejos en ellas, y las instituciones, también les hacen daño a los jefes. Trabajé después como subdirector del Instituto Guerrerense de la Cultura y como director de cultura del estado de Morelos. Hice una maestría en desarrollo cultural en el CLADEC-UNESCO de Venezuela y escribí el Manual Básico del Promotor Cultural. Pero en estos años de trabajar en el sector cultura y relacionarse con personajes como Guillermo Bonfil Batalla, Rubén Bonifaz Nuño, Juan José Bremer y Leonel Durán, entre otros, descubrí mi identidad más profunda y genuina. Descubrí que era anahuaca al entrar al fascinante mundo de la memoria histórica y la identidad cultural ancestral. Descubrí que no era occidental, ni mexicano, sino hijo de una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad, y esto no lo aprendí en libros o cátedras, sino en el trabajo cotidiano con los pueblos y culturas de Oaxaca. Entendía cual era mi verdadero “rostro y corazón” y el por qué, “Oaxaca es la reserva espiritual del Anáhuac”.

Cuando tuve plena certeza de esto, decidí dejar la promoción cultural “de las bellas artes europeas”, y dedicarme a investigar, promover y difundir a la civilización del Anáhuac y su sabiduría conocida como Toltecáyotl. En este desafío llevamos más de 30 años, dejamos la administración pública y creamos Educayotl AC. para dar conferencias, cursos y seminarios sobre la historia y cultura ancestral. Creamos el portal www.toltecayotl.org que actualmente tiene más de 30.6 millones de vistas, el Canal en YouTube de Toltecápsulas en donde tenemos más de 400 videos, estamos en FB con ANÁHUAC TOLTECAYOTL con miles de seguidores, a quienes todos los días les ofrecemos nuevos contenidos sobre los Viejos Abuelos. Hemos publicado 16 libros y cinco plaquetas, y en 20 años del portal Toltecáyotl, se han descargado quinientos mil textos de nuestra autoría.

Ahora que, en el 2022, cumpliré setenta años, me doy cuenta que la vida, Oaxaca y sus culturas, me han permitido saber de dónde vengo, quién en verdad soy y, al final del camino, hacia donde me dirijo. Me siento orgullosamente un promotor cultural de carrera, un profesional de la promoción cultural de la cultura “propia-nuestra”, no la de los invasores de “las bellas artes europeas”. Lo que nos llena de alegría y energía a mi esposa Luz y al que escribe, es que nuestro trabajo es un referente, apreciado por miles de personas, no solo en Oaxaca y México, sino en el extranjero. Y haciendo cuentas, este año cumplo 40 años de dar mi tequio cada semana en el mejor diario de Oaxaca, el Imparcial, invitado por el recordado periodista don Benito García. Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. www.toltecayotl.org

 

 

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