Después de varios años, desde que era gobernador Ulises Ruiz Ortiz, la súper carretera a la Costa será entregada este domingo por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En su último año de gobierno, Ruiz Ortiz vio cómo la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) concesionó la súper carretera a la Costa en enero de 2009 a Omega Oaxaca, S.A. de C.V. con la obligación de construirla en dos años. Pero esos dos años fueron eternos, pues transcurrieron dos sexenios gubernamentales para que, por fin, es obra concluyera.
Una obra soñada por los costeños, que ahora se hace realidad. Costó mucho trabajo realizarla, tanto en lo humano como en lo político. En lo humano porque la naturaleza, caprichosa en su esencia, puso muchas trabas en su ejecución. Oaxaca y su difícil orografía.
En lo político, faltó voluntad a los mandatarios nacionales realizarlo, por los recortes presupuestales y alguien tenía que terminarla y le tocó a que Andrés Manuel López Obrador.
Es obligación de un Presidente de la República hacer obras para el pueblo, pero, a veces, hay preferencias por otras entidades o, simplemente, se desvía el dinero para las arcas particulares de los mandatarios. Porque dinero hay. México es rico por naturaleza. Tenemos de todo, sólo que la riqueza se encuentra en unas cuantas manos, aunque también nos lacera el derrotismo.
Uno de los problemas de Oaxaca son las vías de comunicación para poder sacar la producción de las comunidades que se ubica en las ocho regiones de la entidad. Nos hacen falta caminos y carreteras, por eso el atraso nos ahorca, a diferencia de otras entidades donde las redes viales son del primer mundo.
Por fortuna, a la par de la construcción de la carretera a la Costa, el gobierno federal está construyendo y pavimentando caminos rurales que en las ciudades son intrascendentes, pero no en los pueblos donde se hace camino al andar.
La súper carretera a la Costa es un respiro, una bocanada de oxígeno para la economía de Oaxaca. Así lo fue la súper carretera a la Ciudad de México, obra lograda por el entonces gobernador, Diódoro Carrasco Altamirano, con el empuje del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Eso dio como resultado la llegada de más turismo a la entidad y que los empresarios del ramo turístico se vieran favorecidos. Lo mismo ocurrirá en la Costa. Falta por concluir la súper carretera al Istmo, obra que iniciara José Murat Casab y que ni su propio hijo pudo terminar.
Bueno que para Oaxaca soplen vientos de progreso. Que la entidad esté mejor comunicada para que el progreso llegue a sus ocho regiones. El Corredor Transístmico también nos trae esperanzas. Sólo falta estar preparados. Sobre todo los jóvenes que serán los que conducirán el timón de un nuevo barco. Por lo pronto hay que festejar que ya tenemos una nueva vía para visitar el mar en el menor tiempo posible. Un aplauso para quienes hayan hecho posible esta obra; la historia les reserva su lugar con un Oaxaca siempre agradecido.
¿QUÉ FESTEJA MONTERO?
Aunque Oaxaca tiene un bajo desempeño escolar y se mantiene entre los últimos lugares de aprovechamiento en el país, junto con otros estados del sur, el director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Emilio Montero Pérez prefiere hacer oídos sordos y festejar como si este sector fuera por buen camino.
Así lo demostró este lunes durante su comparecencia, donde no solo evidenció su falta de preparación, sino también su mal desempeño al frente de este Instituto del que no ha mostrado grandes avances a un año de estar en el cargo.
Como si estuviera en campaña, Emilio Montero hasta llevó porra al Congreso que no dejaba de gritar y tocar la banda cuando el funcionario concluyó la rendición de cuentas, interfiriendo incluso en la entrevista que el director daba a varios medios de comunicación.
“Emilio, Emilio”, gritaban sus seguidores, generando especulaciones si este funcionario estaba en campaña o se prepara para buscar algún otro cargo en el futuro, cuando ni siquiera ha podido resolver los grandes problemas que enfrenta el sector educativo, tanto en infraestructura, como en carencia de mobiliario, útiles y déficit de maestros.
Emilio Montero solo demostró que la educación en Oaxaca sigue y seguirá por mal camino. No hay programas ni estrategias concretas para salir del hoyo que generaron otros sexenios, resultado de poner al frente personas con un total desconocimiento del tema.
NOSTÁLGICOS DEL PODER
En la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca hay nostálgicos del poder. De esos personajes que anhelan regresar por sus fueros para amasar fortuna a costa del erario universitario. Uno de ellos lo es el exrector Eduardo Martínez Helmes. “El chapito”, quien trata de desestabilizar a la máxima casa de estudios a costa de lo que sea. Ahora utiliza a Julio Mora para mover al Sindicato de Trabajadores y Empleados (STEUABJO) para afectar a la actual administración que encabeza Cristian Carreño Vásquez.
Mora es compadre de Martínez Helmes y muy favorecido con plazas y dinero. Ahora quiere mantener sus privilegios y amenaza con estallar la huelga con sus incondicionales. Por el momento, han cerrado calles y marchado por las avenidas sin importarles afectar a terceros. En tanto, “El Chapito” aparentar tener lagunas mentales. Se le olvida que tiene un proceso judicial en proceso.
