Una Corte al servicio de ¿México?
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Una Corte al servicio de ¿México?

 


El 3 de febrero la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó algunas porciones del “Acuerdo por el que se emite la política de confiabilidad, seguridad, continuidad y calidad en el Sistema Eléctrico Nacional” publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 15 de mayo de 2020 –mejor conocido como el #AcuerdoNahle– al considerar que otorgaba una “ventaja indebida” a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), decisión que además de dar certeza jurídica a las energías renovables, garantiza también la libre competencia en el mercado eléctrico nacional, lo cual, invariablemente, se ve reflejado en beneficios sociales y económicos para el consumidor final.

De esta manera, la Corte frenó la política eléctrica del régimen obradorista que, con la excusa de fortalecer a la CFE y las energías tradicionales, ponía en riesgo a las renovables en nuestro país y sentaba las bases para una regresión energética. 

Así, esta semana fuimos testigos del primer gran revés que la Suprema Corte dio al gobierno de López Obrador, cuya cercanía con el ministro presidente Arturo Zaldívar Lelo de la Rea ha puesto en entredicho la imparcialidad de nuestro más alto tribunal.

Pero esta decisión no debe despistarnos de otros pendientes de la Corte, entre los que destaco uno: el estudio del “Acuerdo por el que se dispone de la Fuerza Armada permanente para llevar a cabo tareas de seguridad pública” o mejor conocido por quienes cuestionamos su constitucionalidad como el #AcuerdoMilitarista.

Y lo destaco no solo por la importancia que tiene el hecho de que sea nuestro Máximo Tribunal el que determine si desplegar a las fuerzas armadas durante los siguientes años sin una ley que las regule conforme a los estándares de derechos humanos es constitucional o no, sino porque la controversia constitucional (CC) mediante la cual se cuestiona el #AcuerdoMilitarista (CC 90/2020) lleva en la Corte el mismo tiempo que la del #AcuerdoNahle (CC 89/2020), sin embargo, mientras el segundo asunto ya fue resuelto, respecto del primero ni siquiera se ha analizado su admisión.

En junio de 2020 la COFECE interpuso una controversia constitucional –que grosso modo es un medio de control constitucional para resolver conflictos entre poderes y órganos del Estado– impugnando el #AcuerdoNahle, mientras que la Cámara de Diputados, con un día de diferencia, hizo lo propio respecto del #AcuerdoMilitarista. 

Ambas controversias fueron admitidas por los ministros ponentes, Luis María Aguilar Morales -quien pugnó por la inconstitucionalidad de la consulta popular sobre expresidentes- y Margarita RíosFarjat –jefa del SAT al inicio del gobierno de AMLO– respectivamente. Sin embargo, la admisión de la segunda fue impugnada por el Ejecutivo Federal mediante recurso de reclamación, el cual fue turnado a la ministra Yasmín Esquivel Mossa, también propuesta como ministra por López Obrador y quien fue la única en votar por la validez del #AcuerdoNahle.

El recurso iba a resolverse el 30 de septiembre de 2020, sin embargo, fue retirado de la lista por la ministra Esquivel y a la fecha no se ha vuelto a listar, lo cual impide que Ríos Farjat pueda iniciar el estudio del #AcuerdoMilitarista y eventualmente presentar un proyecto para determinar si es constitucional o no. 

En esos días trascendió que Esquivel Mossa–quien proponía desechar la controversia– no encontró eco en sus compañeros de Sala por lo que optó por retirar el asunto para cabildear una mayoría. Ahora, con la resolución del #AcuerdoNahle, podríamos confirmar esa hipótesis si partimos del hecho de que los otros cuatro ministros de la Sala votaron por su invalidez y solo ella lo defendió, así como de que estos dos acuerdos tienen en común no solo ser los más importantes para AMLO, sino también ser los acuerdos presidenciales con más vicios de constitucionalidad.

El excesivo retraso en el trámite de la controversia constitucional del #AcuerdoMilitarista nos hace cuestionar si dicha dilación vendrá desde la presidencia de la SCJN. Reza un dicho que “piensa mal y acertarás” y si bien es cierto la invalidez del #AcuerdoNahle es un respiro de imparcialidad para la Corte, también es cierto que el #AcuerdoMilitarista es más importante para AMLO, por lo que su ministro favorito puede estar deteniendo el asunto.

Esperemos que los ministros –ya sea Zaldívar, ya sea Esquivel– reculen y pronto veamos el estudio del #AcuerdoMilitarista. Pero de seguirse retrasando, me atrevería a afirmar que tenemos una Corte no al servicio de México, sino de Obrador.

*Licenciado en Derecho por la IBERO Ciudad de México y Maestrando en Administración Pública por la Anáhuac Oaxaca.

Twitter: AndresASil

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