Y una vez más… la basura
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Pegatinas Reivindicativas

Y una vez más… la basura

 


Era una crónica de final anunciado: el basurero de Zaachila ha cerrado y ahora una veintena de municipios se encuentran en un dilema que debió ser resuelto desde hace años… al menos meses.

Desde la administración de Gabino Cué se hicieron esfuerzos para resolver la problemática de la disposición final de residuos sólidos y diez años después, nada cambió. La del gobierno estatal saliente, encabezado por Alejandro Murat, poco o nada hizo.

Con multas impuestas por la Procuraduría Federal de Protección Ambiental y una vigilancia que parece no parará, ahora sí no hay vuelta de hoja, los Ayuntamientos tendrán que poner manos a la obra, pero sobre todo recursos.

Al cierre del ejercicio fiscal se antoja difícil que los Ayuntamientos —de por sí instancias que tienen complejas finanzas públicas— cuenten con la liquidez suficiente para poder llevar a cabo las inversiones necesarias para implementar, aunque sea de forma temporal y preliminar, mecanismos para hacer frente a esta problemática.

Además, antes de pensar en presupuestos, se debería contar con un proyecto específico. Los Ayuntamientos de la Zona Metropolitana de Oaxaca, por incapacidad, falta de visión o simplemente falta de interés, no cuentan con una planeación con viabilidad y miras de mediano y largo plazo para implementar acciones para el cumplimiento de sus obligaciones en materia de limpia y recolección de basura.

Ante esa incapacidad técnica y presupuestaria, varios munícipes han optado por señalar que se trata de una situación que llama a la actuación del gobierno del Estado. No obstante, habrá que recordarles que constitucionalmente corresponde en primera instancia a los gobiernos municipales.

El gobierno del Estado, aun así, no tendrá opción, al conformarse como un problema de gobernabilidad le tocará intervenir y quizá trazar la ruta para tratar de dar luz. Ahora, la duda es si la presente administración estatal, saliente y ya con las maletas hechas, únicamente se ceñirá a administrar el conflicto en lo que llega el inaplazable fin de su gestión —lo que se antoja pasará—, o hará un último esfuerzo el gobernador que se promueve como presidenciable para ganar unos puntitos en las encuestas de preferencias entre los perfiles que se apuntan a la grande -otro incentivo no hay-.

Y como el tiempo es implacable, hay que tener en cuenta que en una semana inicia el peregrinaje del turismo para la temporada de Día de muertos en la entidad. Con el consumo de productos y la demanda de servicios que se avecina, el problema de la basura solo se exacerbará.

El futuro nos alcanzó tarde, pero llegó. No hay plazo que no se cumpla. Las advertencias se dieron en su momento y las autoridades durante años hicieron oídos sordos. Hoy, el desastre.

@GalateaSwanson