La televisión legislativa a debate
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Opinión

Mis dos centavos

La televisión legislativa a debate

 


Oaxaca avanza en lo que podríamos denominar un proceso de transición democrática, no sólo a raíz del cambio en las estructuras de poder político en la entidad, sino también de la mejora en la búsqueda de la inclusión de nuevas tecnologías en el desarrollo diario de la vida legislativa y en la forma de transparentar las acciones en la materia.
Desde la 63 Legislatura surgió un interés de comunicar a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las actividades que se realizan en la sede del Poder Legislativo en la entidad.
Lo vimos cuando se lanzó un proyecto para que a través de programas de radio, se dieran a conocer entrevistas y otros contenidos culturales al interior del recinto legislativo, el cual tuvo una transición casi de manera inmediata a contenidos de audio y video en las redes sociales del poder legislativo e incluso un espacio en el canal de televisión de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión.
Cuando la 64 Legislatura asumió la responsabilidad, se realizaron los ajustes necesarios en el entramado legal para reconocer el espacio que creaba el Canal del Congreso como uno de los medios de difusión del trabajo en la Cámara de Diputados.
Y hoy, se realiza en la sede del Congreso oaxaqueño, la consulta ciudadana sobre el Canal del Congreso de Oaxaca, con la participación de un grupo multidisciplinario que opinará desde su óptica y realidad lo que consideran debe tener este nuevo medio público en la entidad.
Ya tenemos un canal público, que ofrece opciones culturales, educativas e informativas y de entretenimiento a la sociedad, ¿por qué entonces este nuevo espacio puede competir con este proyecto ya consolidado?
El debate será amplio, hay dudas sobre cómo funcionará, la infraestructura con la que trabajará y la señal para transmitir será en “las benditas redes sociales” o en un aparato de TV, cuentan con el equipo necesario para las nuevas exigencias tecnológicas, y sobre todo, serán capaces de asegurar la pluralidad en sus contenidos.
El medio público tiene entre sus objetivos el difundir e informar sobre los actos legislativos, es decir veremos en su señal, los debates sobre las iniciativas decisivas para la entidad, además de transparentar los procesos de concursos públicos que convoquen apegados al principio de la máxima publicidad.
Este nuevo espacio que se discute hoy, en qué beneficia a la vida democrática de la entidad, cuando la realidad oaxaqueña tiene retos sociales diarios y está en constante bombardeo informativo a través de medios no tradicionales como Whatsapp, Facebook y Twitter.
Además, este espacio ¿considera a la población indígena de la entidad en su proyecto?
Recordemos que Oaxaca tiene una población mayoritariamente indígena, basta sólo señalar que de los 570 municipios con que contamos, 417 eligen a sus autoridades por las normas del derecho consuetudinario, y ello no significa que dentro de los 153 restantes que eligen a sus autoridades en el régimen de sistemas de partidos, no existan municipios mayoritariamente indígenas y hablantes de alguna lengua materna.
Con este escenario, el Canal del Congreso es un reto para quienes busquen su consolidación, pero también es una ventana de oportunidad para asumir y cumplir con el compromiso de ciudadanizar el recinto legislativo, pues no hay mayor honor para el Poder Legislativo que la sociedad sea testigo de la configuración de las leyes.
Oaxaca entonces, tendrá su televisión legislativa. Una forma de comunicación parlamentaria, como lo tienen Francia, Estados Unidos y Brasil y como desde hace más de 20 años, el Poder Legislativo Federal cuenta con su propio espacio que recientemente llegó a la televisión abierta (al menos en la zona metropolitana de la Ciudad de México).
Dejemos que se debata hoy, sobre la independencia financiera, la estructura tecnológica y humana, sobre la libertad de expresión y la pluralidad en la línea editorial, y sigamos de cerca el ejercicio, que ahí se discute el futuro de nuestra democracia.