COMO SIEMPRE se ha dicho en ESCAPARATE POLÍTICO, los políticos siempre hablan en lenguaje inverso, entonces ese cuento que conforma el lema obradorista de no robar, no mentir, no traicionar, en realidad es una invitación, a los guindas, a hacer todo lo CONTRARIO.
EL PASADO martes, la presidentE CLAUDIA SHEINBAUM, ha dicho en tono triunfalista que, en su incipiente gobierno, disminuyeron 28.7 por ciento los homicidios diarios. Lo que NO dice es que en los primeros 100 días de su gobierno aumentaron las desapariciones en 60 por ciento. ¿Estarán haciendo pasar a muertos por desaparecidos?
ESTE DATO no lo digo yo, lo dice la Organización A DÓNDE VAN LOS DESAPARECIDOS, la cual está conformada por “un grupo de periodistas de distintas regiones de México, interesados en la cobertura, con perspectiva de memoria y derechos humanos, de las lógicas de desaparición de personas en nuestro país y las luchas emprendidas por familiares en búsqueda de sus ausentes”.
DE acuerdo con el portal (http://adondevanlosdesaparecidos.org) “de 2019 a 2022, la cantidad de víctimas se mantuvo entre 8,000 y 8,600 personas. En 2023 aumentaron a 10,283, y 2024 cerró como el año con mayor número de desapariciones, al registrar 13,627. Esto equivale a un incremento del 32%”.
EL ÚLTIMO porcentaje referido es con relación a la cifra de 2023, pero si tomamos el promedio de desaparecidos previo (8 mil 300) esto implicaría que ya para el año pasado se habrían disparado, en más de 64 por ciento, las desapariciones.
ALGO interesante que destaca el portal es que, el pasado 09 de enero, cuando el Gobierno Federal también aportó datos sobre el tema (daba una cifra de reducción de asesinatos de 16 por ciento), NO mencionó cuántas personas han desaparecido, cifra que crece constantemente.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
EL DESPIDO de policías no debería ser un asunto que complique tanto las cosas, el argumento inicial es que no pasaron los exámenes de control y confianza (2015-2018), eso en un cuerpo policíaco que se quiera profesionalizar, es algo elemental.
EL PROBLEMA central es que los quieren despedir, SIN LIQUIDACIÓN, algo que evidentemente va en contra de los derechos laborales. Ahora, lo que hay de fondo es que el gobierno jarista pareciera pretender ir eliminando plazas poco a poco (recuerden que el proyecto original era sacudirse 10 mil plazas), y que, después de su primer intento fracasado de deshacerse de 1,344 empleados (objetivo que casi logra por la mitad) ahora pretenden recorrer, dependencia por dependencia y hacer despidos de cantidades que no levanten tantos manotazos.
SALOMÓN JARA aseguró que era mentira el objetivo de eliminar 218 plazas de policías, cuando hasta por oficio, Arianna Hernández (subdirectora de Seguridad Institucional) pedía información, a inspectores generales de las comandancias regionales, que pudiera facilitar el despido de uniformados.
PERO como siempre, el improvisar, el no negociar antes; su creencia jarista de que pueden imponer su voluntad, les complicó todo; estalló un paro y ahora les ventilaron la información de que los uniformados tampoco han recibido aumento salarial (de poco más de 8 mil, a 13 mil pesos mensuales) como lo dijo el mitomanito de JARA.
NO SOLO la tropa reiteró que no les cubren sus viáticos, que no hay apoyo parejo en alimentos, que sus uniformes no se los dan completos, que el cuartel policíaco no recibe mantenimiento desde el sexenio de GABINO CUÉ y varias lindezas más.
AHORA con la fuerza de sus protestas, los uniformados quieren la cabeza del secretario de Seguridad Estatal, IVÁN GARCÍA, del comisionado de la policía estatal, Plácido Jarquín, de la secretaría ejecutiva del sistema estatal de seguridad pública, KARINA BARÓN, y otros. Hasta el momento en que realizo esta entrega no se sabía qué prosperaría de estas peticiones.
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