México, es un país de matices perfectamente equilibrados en el cual podemos encontrar, lugares paradisiacos de manera natural y personas que inspiran con sus acciones, como imágenes dantescas derivadas de la miseria humana, pues por un lado, nos encontramos con personas que disfrutan torturando animales, como lo es el caso de la enfermera del Hospital de General de Alta Especialidad en Oaxaca que el pasado 7 de enero arrastró desde su vehículo a un perro por la avenida Guadalupe Hinojosa en Santa Cruz Xoxocotlán, o el hombre ebrio que apuñaló a un perro en Coahuila simplemente por diversión, o figuras públicas que realizan comentarios racistas y clasistas de manera irresponsable sin mayor intención que figurar, o incluso el típico gandalla que busca llevarse un dinero aprovechando la situación para cometer actos ilícitos y genera tragedias como el caso de los Huachicoleros que provocaron la explosión en Tlahuelilpan Hidalgo, y nada de eso es culpa de los gobiernos, es consecuencia de la miseria humana y la falta de cultura y educación, es por eso que mientras mantengamos la sensibilidad de indignarnos y reprobar socialmente dichos actos, existe esperanza para ser un mejor país, y esa indignación que nos nace, debe ser correctamente enfocada y convertirse en propuestas y acciones, no que tengan por objeto castigar por castigar, o satisfacer nuestra indignación a través de la venganza, sino encausar nuestra cultura hacia la paz y el bien común
Y un claro ejemplo de ello, es el Foro Legislativo sobre políticas públicas para la implementación de una Cultura de Paz, que se llevó a cabo el pasado 17 de enero del año en curso en el auditorio del honorable Congreso del Estado de Oaxaca, que si bien es cierto que fue convocado por Comisión de Cultura de la XLIV Legislatura del Estado de Oaxaca, la propuesta nace de una agrupación civil con presencia en Latinoamérica, que es la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, quienes han realizado diversas acciones buscando generar conciencia social, entre las que cabe destacar las ponencias presenciales que ha realizado en diversos espacios el Doctor William Soto Santiago, sobreviviente del holocausto, quien es un vivo ejemplo de cómo, a pesar de haber sido víctima del odio, la crueldad y la violencia de todo un régimen, se puede ser elemento de transmutación y contribuir a crear una sociedad realmente humana, a través precisamente de la cultura de la paz, así como el fomento de la fraternidad y sororidad del género humano, fomentando la cultura de la donación de sangre, luchando por el reconocimiento de los derechos de la madre tierra como ser vivo y hoy con el proyecto de la instauración de la cátedra por la paz, mismo que fue presentado por el doctor Francisco Javier Guerra González, Coordinador de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz en México y recibida en San Lázaro por el presidente de la Comisión de Cultura del H. Congreso de la Unión de la XLIV Legislatura, Sergio Mayer Bretón, el pasado 17 de diciembre del año 2018, es decir, podemos ver un claro ejemplo de cómo, una lamentable acción que causó tanto dolor, como es el Holocausto, hoy, a través del germen que surge de la putrefacción de la miseria humana, está dando frutos para una cultura de paz en México, y que ya está teniendo consecuencias positivas en Oaxaca, pues al foro celebrado en esta entidad organizado a través del poder legislativo, acudieron tanto autoridades municipales, como del poder ejecutivo y de procuración de justicia, exponiendo sus puntos de vista y coincidiendo que, para ser una mejor sociedad, debemos educar para la paz en todos los espacios y niveles de desarrollo humano.
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