La cortina de petate
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Hoja por hoja

La cortina de petate

 


El mundo exterior, que está cruzando los océanos Atlántico y Pacífico, está muy alejado: a una distancia astral de la cortina de petate tejida en México. Aquí seguimos creyendo en esa falsedad de que somos “ombligo del mundo” y que el cordón umbilical quedó enterrado en los dominios de la Pachamama, esa deidad inventada, que nos obliga a ver hacia el subsuelo, cuando el cosmos y el infinito están allá afuera y allá arriba.

Pero el año 2021, segundo de la pandemia y tercero de la destrucción, nos ha dejado duras lecciones a los mexicanos. En 2018, 30 millones de ingenuos inclinaron el platillo de la balanza para que, de manera desafortunada, llegara al poder una oscura nube que ha opacado proyectos y aspiraciones de los mexicanos, engañados con una transformación cuyo desenlace está siendo el retroceso en términos educativos, económicos, técnicos y de salud.

Cientos de miles de millones de pesos se han estado tirando a una zanja de agua sucia, donde el dinero no se lava, sino que se hace inservible. Era dinero que iba a crecer y a volar desde un moderno aeropuerto en Texcoco, donde un “Hub”, un centro de conexión internacional de primer mundo, nos hubiera enlazado con el exterior, que fue cancelado por un capricho del resentimiento social y la envidia política.

Otros cientos de miles de millones de pesos y de dólares se tiran a un pozo petrolero sin fondo. Se construye una refinadora (dicen refinería) de petróleo en sagrado territorio del edén tabasqueño, y se ha dicho desde el trono de barro, que es para sustituir las importaciones de gasolina, cuando ese combustible empieza a entrar en desuso y nuestro proveedor principal de gasolina, ya sólo se ocupará de movilizar sus transportes con electricidad. Otro tanto se le regala a la empresa más ineficiente del mundo: PEMEX, cuyas pérdidas son incalculables.

Agreguemos miles de millones de pesos para remodelar un aeródromo militar de viejos y obsoletos aeroplanos, para transformarlo en el “aeropuerto más moderno y más grande del mundo”, dijo el tlatoani con esa corta y cegadora visión que ocasiona la cortina de petate, la que impide ver hacia afuera, hacia la modernidad, hacia la tecnología y los algoritmos que aceleran el conocimiento y la ciencia. Ese “moderno y superlativo” aeródromo, ha sido desdeñado por las grandes compañías mundiales y por los expertos en aeronavegación. Los posibles pasajeros, tendrán que buscar afanosamente la forma de llegar a tan inhóspito sitio, al que sólo por avión llegan políticos invitados y los militares a cargo.

La danza de los miles de millones no termina y parte de ellos van a parar a las secretarías de la Defensa y de Marina, donde se arman cientos de miles de soldados, marinos y guardias nacionales, dedicados a reprimir caravanas de migrantes y sirviendo vilmente de “Border Patrol” al gobierno de Estados Unidos, que no quiere más indocumentados, refugiados o asilados, mismo que deben quedarse en territorio mexicano.

Entretanto, la delincuencia organizada, los capos del narcotráfico, hacen su labor: recaudan y recaban cientos de miles de millones de dólares, en la cara misma de nuestro “pueblo uniformado” según dijo el tlatoani, quien se ha dedicado a prodigar abrazos a los malvados, ha soltado a extraditables y saluda cariñosamente a progenitoras de padrinos de la droga.

Mientras, niños con cáncer son desatendidos; hay más pobres que nunca; se combate a universidades y se impone, paso a paso, un sistema único, cerrado, opaco. Miles de millones irán a una farsa de “revocación”, pero alguien reside cómodamente en el Palacio de