La CT va por la creación de Orquestas Escolares con el objetivo de organizar hasta 64 grupos musicales de este tipo al final del año en las 32 entidades del país.
El programa de Educación Musical y Orquestas Escolares iniciara con la atención a una comunidad cercana a 500 escuelas a nivel nacional y beneficiara a alumnos de cuarto a sexto de primaria, así como los tres grados de secundaria.
Excelente: se asoma la posibilidad de terminar con el analfabetismo musical de los mexicanos al instaurar grupos musicales en las escuelas de primaria y secundaria. Ese programa además de iniciar a los niños y jóvenes en la música, quitará espacio al mugrero de narco corridos de mal gusto y mucha vulgaridad.
Entre las bellas artes, solo la música es capaz de sensibilizar a los humanos a un estado de elevación espiritual que llega al cielo. Los sabios más destacados de la humanidad, coinciden en que la música ennoblece y calma al resto de los animales.
La música sin duda alguna reducirá la violencia entre los estudiantes y de pasadita quitara espacio a tendencias musicales sin ton ni son, que están muy lejos de hacer mejores a los individuos.
Los mexicanos esperamos que el proyecto de crear grupos musicales como lo anuncia la SEP, modifique la imagen de los jóvenes músicos, que por ahora lucen llenos de tatuajes locos y dueños de un lenguaje carretonero como los vemos en la televisión y escuchamos por todos lados.
Espero también que las universidades y los grandes empresarios promotores de la música en el país, apoyen con todo a los nuevos músicos y dejen de promover la violencia musical que tanto se comercializa.
Talentos los hay: falta educarlos para servir
El niño Carlos Antonio Santamaría Díaz de 12 años de edad, cursa la carrera de Física Biomédica en la Facultad de Ciencias de la UNAM luego de tener un examen de ingreso perfecto, al obtener 120 aciertos.
Carlos Antonio, es un buen contexto para hacer un modesto comentario sobre los niños genios, que los hay en mayor número de los que vemos como es el caso que nos ocupa.
La verdad es que hay cientos de brillantes profesionistas que desde niños destacaron por su capacidad para aprender, investigar y para concebir ideas de líderes en diferentes aéreas del conocimiento universal.
El reto de las instituciones educativas, es valorar a esas mentes extraordinarias para que sus conocimientos sean de utilidad para México y el desarrollo social de todos.
Digo esto, porque entre mis compañeros de secundaria conocí a uno que destaco por encima de todos. Siempre tenía la respuesta adecuada, y cuando no la tenía, de inmediato investigaba hasta conseguir la respuesta más certera. Siempre conto con mi admiración, y sin dudarlo, acepté su liderazgo.
Sin embargo, debido a su fama de buen estudiante le sobraron becas y oportunidades para estudiar en el extranjero. En todo triunfó como pocos.
Pero como nadie es perfecto, a pesar de sus capacidades académicas, fue deslumbrado por el dinero y terminó siendo empleado de un poderoso banquero en Nueva York. Allí sigue de empleado de los banqueros globales que esclavizan a la humanidad con sus cadenas financistas.
Viendo el ejemplo de mi amigo, me doy cuenta que no basta ser un excelente estudiante, todos necesitamos una pedagogía que nos reafirme los principios superiores, y que el conocimiento sea de utilidad para los que menos tienen y no para servir a los banqueros extranjeros, ni para aplaudir a los políticos deshonestos. Esto es importante. Y ¡Hay que decirlo!
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“Nunca subestimen el poder de la palabra escrita!
Es mi opinión. Y nada más…
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