Juárez como el principio de una nueva vida
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Juárez como el principio de una nueva vida

 


Las circunstancias de la época de Juárez y las actuales son diferentes; los medios de comunicación no tienen comparación, sin embargo las familias se comunicaban mejor en la época de Juárez; no había luz eléctrica, por tanto no había radio, no había televisión –afortunadamente–, no había Internet y al caer la tarde la gente se sentaba en la puerta de su casa y platicaban de los acontecimientos que afectaban su vida; lo mismo hacían “oscurita la mañana” antes de salir de su casa conversaban mucho; el día de hoy los medios han destruido la comunicación familiar; han desintegrado a las familias, les ocultan la verdad o les dan verdades a medias; todo está editado previamente; todo está manipulado de tal forma que la gente no tenga el trabajo de pensar.
“Al hombre público se le juzga por sus actos, y los del señor Juárez están a la vista de todos, y han sido ya juzgados por la nación entera”. “El poder de los tiranos pasa; las espadas de los fuertes son frágiles, y el triunfo de la libertad es seguro porque lo alienta el espíritu de Dios”. Bienaventurados los que nacen en la Sierra en una choza, a la orilla de una laguna y que se encumbran del polvo para transformarse en astros. (Carriedo, 1971).
Alma gigante, señores, que como el águila supera las tempestades, alza el vuelo sobre las nubes y mira de frente al sol de la libertad y de la reivindicación, que inunda de luz su corazón y su conciencia.
El 19 de enero de 1858, en la ciudad de Guanajuato, Benito Juárez expide un manifiesto en el que declara restablecido el gobierno Constitucional y asume la presidencia de la República. Juárez tomaría el cargo bajo el sustento del artículo 79 de la Constitución de 1857, el cual preveía que en la falta absoluta del presidente de la República, asumiría este cargo el Presidente de la Suprema Corte de Justicia.
“De hoy en adelante los destinos de los mexicanos no dependerán ya del arbitrio de un hombre solo, ni de la voluntad caprichosa de las facciones, cualesquiera que sean los antecedentes de los que las formen. La voluntad general expresada en la Constitución y en la leyes que la Nación se ha dado por medio de sus legítimos representantes, es la única regla a que deben sujetarse los mexicanos para labrar su felicidad a la sombra benéfica de la paz”.
Esta Declaración de Principios resume su pensamiento sobre la Libertad de Prensa y la opinión pública que ya se había consagrado en la Constitución de 1857 en sus artículos 6 y 7 que textualmente dicen:
Art. 6. La manifestación de las ideas no puede ser objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque la moral, los derechos de tercero, provoque a algún crimen o delito, o perturbe el orden público.
Art. 7. Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral, y la paz pública. Los delitos de imprenta serán juzgados por un jurado que califique el hecho, y por otro que aplique la ley y designe la pena.
“Oaxaca sin derechos, entregada a todas las tempestades de la política, falta de rumbo, volviendo siempre la vista atrás sin mirar el camino que tenía delante, suspendida en el abismo, víctima de cortesanos sin pudor, de soldados sin pericia y de infames mercaderes, tenía sin embargo a Juárez como el principio de una nueva vida, que flotaba sobre aquella noche inacabable de la que parecían huir para siempre la libertad y la justicia.”
“Los pretorianos, los mismos que en 46 negaron a la patria sus recursos en aquellos momentos de desolación y suprema angustia, tenían toda la tierra y todo el poder, mientras que los ilustres campeones de la libertad no contaban sino con su corazón y su palabra.”
Juárez había sufrido persecuciones, encarcelamientos y destierro por expresar sus ideas y por ser congruente con sus valores y al ser electo Presidente quería que el ciudadano fuera libre para pensar, para hablar, para escribir; que ninguno molestase a otro porque éste no tenía las mismas ideas o la misma religión (Carriedo, 1971). “Procuraré en el corto periodo de mi administración, que el Gobierno sea el protector imparcial de las garantías individuales, el defensor de los derechos de la Nación y de las libertades públicas”
Jorge Fernando Iturribarría escribe: “Contadas veces en la vida pública de México se había disfrutado de un ambiente tan respetuoso de la libertad, como durante los dos sucesivos regímenes constitucionales de Juárez –incluso el segundo–; en efecto: bastan dos de sus esenciales manifestaciones, para echar por tierra cualquier imputación de dictadura: la libertad de expresión, en la prensa, donde el propio Presidente era satirizado en caricaturas sangrientas, y la libertad de expresión en la Cámara, en donde, sin represión de parte del Gobierno, amén de las frecuentes críticas a la Administración, el diputado porfirista Roberto A. Esteva, escudado en su fuero constitucional, utilizó la tribuna parlamentaria para hacer el elogio del Plan de la Noria, cuando este movimiento francamente sedicioso ya había estallado e iba a ser combatido por las armas”.
“Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará.”
Sabemos que “toda libertad trae una serie de responsabilidades y compromisos y estos deben ser cumplidos para que el poderoso y peligroso mecanismo de los medios de comunicación mantengan la integridad e imparcialidad”.
Las personas que piensan y que desean formarse una opinión apegada a la realidad ¿Qué deben hacer? Cada uno debe analizar la realidad; debe juzgar los hechos e interpretarlos; en medio de la desinformación en que vivimos debe escuchar la voz del interés individual.

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