¿Renovación?

ELOY LÓPEZ HERNÁNDEZ lleva dos años aplazando la renovación del CES de la Sección 22, primero fue la pandemia. Ahora, se rumora NO está moviendo las piezas que permitan el relevo.

HAY quien asegura que quiere negociar ILUSAMENTE a nombre del magisterio con la “Primavera Oaxaqueña”.

NO olvidemos que, en marzo de 2022, el gobernador electo, SALOMÓN JARA acusó a la S. 22 de cometer un “crimen” al brindar a los oaxaqueños una “formación académica de las más atrasadas”, por lo que esa herida está allí, punzante Y hacerla cicatrizar, es lo que quisiera ELOY LÓPEZ. Eso le generaría dividendos políticos y en consecuencia financieros. Pero qué va.

UNA fuente asegura que podría postergar la renovación sindical. Otros dicen, que en realidad LA DILACIÓN yace en que el líder “pandémico” simplemente ya no tiene el control del Comité Ejecutivo Seccional (CES). Lo único cierto es que el cambio de la dirigencia sindical NO será fruto de la negociación, sino de un arrebato violento.

 

QUIEBRE

LA RENOVACIÓN de esta dirigencia magisterial, está rompiendo una regla consensuada por las distintas tribus magisteriales, la que les había permitido amalgamar su fuerza y controlar a sus rabiosos integrantes.

DESPUÉS de 2006, la S.22 había robustecido sobremanera su capital político, se percató de la importancia de realizar un acuerdo mutuo entre los distintos grupos para mantener un orden. Es decir, trazar un sistema político-sindical-magisterial. Este acuerdo salomónico ¿De dónde salió? Alguien recurrió a la historia, lo tomaron del esquema ideado por el hindú Manabrenda Nat Roy, a consecuencia de esa lucha de todos contra todos conocida en la historia mexicana como la “Revolución mexicana”. El político sonorense, Plutarco Elías Calles fue quien llevó a la práctica ese acuerdo mutuo. La Sección 22, después de la lucha del 2006 hizo un símil y acordó que las tribus podrían ser parte de la secretaría general; Organización, Finanzas, Créditos, Vivienda, etcétera, en total 22 carteras del C.E.S.

LA SECCIÓN 22, iniciando este orden, al estilo de la familia revolucionaria, como un péndulo repartió posiciones, las dirigía hacia donde los acuerdos apuntaran. Tomemos como ejemplo el control de la dirigencia magisterial, de 2008 a 2012, AZAEL SANTIAGO, de la región de la Sierra Norte, de 2012 a 2016 fue RUBEN NÚÑEZ, de la región de la Costa, de 2017- a la fecha, ELOY LÓPEZ, de Chalcatongo, región de la Mixteca.

AHORA le correspondería a la región de Valles o del Istmo, encabezar la nueva dirigencia de la Sección 22 a partir de octubre.

PERO ese pacto parece se desechará, ELOY LÓPEZ, tiene ahora OTROS interesados colmillos retorcidos prestos para engullirse la fuerza magisterial.

EL GOBERNADOR electo, SALOMÓN JARA es de naturaleza activista, maneja magistralmente el chantaje social, es la industria que lo encumbró y si bien, tiene sus diferencias con el magisterio como lo dejó entrever con sus críticas en el pasado, eso no quiere decir que NO quiera tomar el control de la 22.

POR ESTO, ELOY se enfrenta además con los grupos de Wilbert Santiago. Detrás de éste, me aseguran está el financiamiento del FUCO y del eterno vividor del MDTEO, Rogelio Vargas Garfias de la UTE, haciéndoles el caldo gordo Javier Aluz Mancera del Sol Rojo y el comandante del FPR y del Comité de Víctimas de Nochixtlán COVIC, Germán Mendoza Nube.

Es decir, además de JARA, otro que está queriendo apoderarse del magisterio es FLAVIO SOSA.

ESTA lucha, me aseguran, podría tener excesos sin repercusiones, al menos mientras esté, ARTURO PEIMBERT como fiscal de Oaxaca, pues su fuerte alianza con SOSA VILLAVICENCIO y Rogelio Vargas, les dará “inmunidad” ante las tropelías que pudieran cometer en su lucha por apoderarse del sindicato magisterial ¿Y la educación? Eso no importa, para ellos. Claro.

 

ATRACADORES

RESULTA irreverente e injusto que el Ayuntamiento de Oaxaca, que preside FRANCISCO MARTÍNEZ (MORENA) aumente de manera desmesurada el impuesto denominado “continuación de operaciones”.

Dos negocios, que durante la pandemia tuvieron que cerrar (por órdenes de la autoridad) reportan cuán excesivos resultaron los incrementos en impuestos.

En 2020 el primer establecimiento pagó continuación de operaciones por 16 mil 683 pesos, desde abril de dicho año cerró sus puertas. Hoy tendrá que pagar 85 mil 300 pesos por continuación de operaciones 2021 y 2022.

Otra, en 2020 pagó una cifra que frisó los 2 mil pesos, ahora que reabre tiene que pagar (2021 y 2022) más de 23 mil pesos.

¿Cómo acabar con los atracos en las calles? ¿Con qué autoridad moral podrían lograrlo? Si los primeros en asaltar a sus contribuyentes son los funcionarios del Ayuntamiento con estos incrementos irracionales.

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