Morena, canibalismo

Hay dos temas que evidencian el terrible resquebrajamiento al interior del partido de López Obrador. La pugna encarnizada por la dirigencia nacional del Morena y, desde Oaxaca, el riesgo de que la mayoría morenista en el Congreso local, sea destituida por la Suprema Corte por no cumplir con la orden judicial de elaborar la ley de consulta de los Pueblos Indígenas. Sería la mayor pifia de este partido al no disciplinar a sus diputados que anteponen la grilla y los negocios particulares al trabajo legislativo.
Esta no es la primera vez que hay alerta por el canibalismo y la improvisación entre los diputados y funcionarios del Morena que, como movimiento de agrupaciones sociales, recibió el primer jalón de orejas en septiembre pasado cuando el presidente AMLO, fundador de esa organización, les lanzó la primera advertencia.
Les dijo que si Morena traicionaba sus ideales él se iría del partido y casi de inmediato, la presidenta YeidckolPolevsky lo secundó diciendo que ella también lo abandonaría con López Obrador.
Por aquellas palabras y lo que vemos entre los diputados de Oaxaca y la antropofagia en la dirigencia nacional del partido Morena, parece que el destino histórico del PM será el mismo del PRD: un aparato electoral legal para llevar al líder al poder y luego perder la brújula en disputas internas hasta su disolución. Dicen los observadores que este partido ha terminado en estructuras caóticas de reparto vulgar del poder y de los cargos de elección popular.

Todos vs todos
El brutal enfrentamiento por la presidencia del Morena que vemos en este momento entre la presidenta del Consejo Político nacional Bertha Luján contra la presidenta YeidckolPolevnsky ((antes Citlali Ibáñez Camacho, hija del coronel Cuitláhuac Ibañez) y el diputado Mario Delgado líder de la Cámara baja del Congreso de la Unión, está fracturando peligrosamente este instituto político.
La primera se opone a los lineamientos para la nueva elección de la dirigencia nacional que ordena el Tribunal Federal Electoral una vez que anuló el proceso interno.

Primero el dinero
Sobre los diputados de la 64 legislatura local con mayoría absoluta de morenistas y sus coaligados, hay una advertencia judicial muy delicada.
El pasado 30 de septiembre venció el plazo que les fijó un juez federal para que consultaran, aprobaran y publicaran la Ley de Consulta para los Pueblos Indígenas. No cumplieron. Ignoraron olímpicamente su obligación por lo que el bufete Litigio Estratégico del abogado Carlos Morales impulsor de dicha ley, promovió un amparo.
Al ser requeridos, los diputados holgazanes pidieron prórroga hasta el 30 de abril del año próximo. El juez solo les dio plazo para cumplir con dicha ley hasta el 30 de enero próximo. Si no cumplen se procederá contra ellos.
Congreso dispendioso
El caso podría turnarse a un Tribunal Colegiado para que digan las causas del incumplimiento, después se turnará a la Suprema Corte de Justicia para que ordene la destitución de los diputados del (peor) Congreso de Oaxaca. Pero no es todo. De acuerdo a la ley tendrían que ser puestos a disposición del Ministerio Público.
Dada su improvisación en la política estos levantadedos no calculan la dimensión del embrollo en que están por tanta irresponsabilidad. A eso se debe que en este momento simulen que están trabajando y, a troche moche, estén haciendo consultas en algunos pueblos.
Así son de improductivos, pero para engullirse el presupuesto son los más hábiles.
Diversos medios dieron a conocer que el presupuesto de este Congreso para 2019 fue de 308 millones 62 mil 771 pesos. Tanto dinero se lo gastaron en los primeros seis meses y de inmediato pidieron que el Ejecutivo aumente a 470 millones 746 pesos para sus gastos tan solo para el primer semestre de este año. Esto de acuerdo con los informes de Finanzas Públicas de la Secretaria de Finanzas (Sefin).
Dice el informe que del uno de enero al 30 de septiembre del 2019 autorizaron a los improductivos diputados una ampliación presupuesto de 162 millones 682 mil pesos más. Esto confirma que son los más improductivos del país, pero los más dispendiosos.
Catalogar al de Oaxaca como el peor Congreso no es ocurrencia. Los anteriores fueron igual de onerosos. El Instituto Mexicano para la Competividad (IMCO) señala que, “el gasto adicional del Congreso de Oaxaca en 2018 fue superior a los recursos que el Gobierno de Oaxaca destinó a 12 universidades del estado en 2019″.
Con razón la imagen que la sociedad tiene de los diputados es caricaturesca.

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