La cola del diablo

En noviembre del 2012, cuando las huestes de AMLO rabiaban porque, decían, que la “mafia del poder” les había robado nuevamente la elección presidencial, tomaron como blanco para arreciar sus protestas, el santuario de Juquila. Desde entonces ya disputaban el control del llamado “El Pedimento” que generaba cerca de 1.5 millones de pesos mensuales. Hoy ha de ser el doble, cuando menos. Esta es la médula del embrollo.

Desde hace un mes, el control de ese venero de dinero que genera la industria de la milagrería, vuelve a ser causa de un conflicto, a todas luces creado, entre Juquila y Yaitepec. Los de este último pueblo decidieron bloquear la carretera e impedir el tránsito hacia Juquila. Este lance ayer cobró gran algidez al ser retenido un alto jefe policiaco y su escolta al llegar en helicóptero a Juquila.

Como para mostrar la cola del diablo en ese santuario, han aparecido cuadrillas de provocadores en ambos pueblos disparando ráfagas de balas con armas de alto poder. En las redes sociales causó impacto una grabación del sonido de disparos mientras el sacerdote oficiaba en el templo de Juquila. En otro video se miran manos de provocadores disparando con metralletas al aire.

Bien dice el clásico que detrás de todo conflicto “siempre hay una lana, una dama o una sotana”. No dudo en decir que aquí hay alguna mano negra que lo mismo santigua que incita a la violencia.

En noviembre del 2012 escribí en este espacio que los políticos con sotana que lidera UVI (el cura Wilfrido Mayrén) hacen rabietas para que su “amigo” Gabino (entonces gobernador) reintegre al arzobispo Chávez Botello el control de “El Pedimento” en Juquila. La ambición los ciega. Solo la insensatez los lleva a imaginar que un gobernador pueda rivalizar con un pueblo (Juquila) para quitarles el jugoso negocio que significa administrar “El Pedimento” que constituye ingresos de l.5 millones mensuales y hasta el doble en los meses de noviembre y diciembre en que la industria de la milagrería llega a su clímax en ese santuario.
Por más que UVI y sus dos amantes (la riqueza terrenal y la espiritual, no sean mal pensados) endiosen al gobernador, es altamente improbable que Gabino acepte el triple salto mortal. Aunque le digan que lo llenarán de bendiciones para que repita su triunfo en el 2016 y deje a un heredero que le cuide las espaldas.

Solo pretextos
Como no han podido arrebatar a las autoridades agrarias de Juquila el tesoro que significa administrar “El Pedimento”, ahora buscan confrontarlos con los de Yaitepec. No puede ser casual que las autoridades de este pueblo acepten retirar el bloqueo de la carretera, pero un grupo se opone alegando conflicto de límite de tierras aunque no hay tal cosa.

Me dicen que los límites entre ambos núcleos agrarios están definidos jurídicamente, y respetados por la población de las dos comunidades, desde hace muchas décadas.

Como pueblos vecinos han compartido raíces culturales, espacios laborales, proyectos de desarrollo, planteles educativos, etc. Su vecindad ha sido cordial, aunque no exenta de incidentes menores. Por eso, sorprende la obcecación de un pequeño grupo de Yaitepec que se resiste a levantar el bloqueo del camino.

La buena vecindad se manifiesta aún., por eso, a un mes de un bloqueo, no ha existido ninguna agresión entre pobladores que pudieran poner en peligro alguna vida humana de forma directa. Esta realidad parecen ignorarla los funcionarios del gobierno del estado que, al parecer, se inclinan por quedar bien con grupos de poder fáctico (como los católicos) que sentar a los inconformes para hacerles ver la falacia de sus argumentos.

Las mismas autoridades de Yaitepec, han aceptado públicamente que con Juquila no hay ningún conflicto de límites sin embargo grupos interesados alegan que “El Pedimento” está en terrenos de Yaitepec, sin importarles incitar el conflicto que podría poner en riesgo la vida de habitantes de los dos pueblos y dejar en su paso daños que pueden ser irreversibles.

Poner en duda la ubicación de “El Pedimento” tiene una intención clara: adueñarse de un lugar que ni jurídica ni administrativamente les corresponde. Así me dice un lugareño, pero hay algo más delicado. Puede ocurrir un enfrentamiento que traería consecuencias fatales y acabaría con una relación de siglos entre esos dos pueblos.

Además de las vidas en riesgo, también está todo el tejido social, las relaciones comerciales, culturales, la vida escolar, pues comparten planteles educativos. Urge una solución pacífica.

El salto del chapulín
Los actos de corrupción oficial, por recurrentes, nos parecen cuestión natural. Las mismas instituciones obligadas a investigar tales hechos, ignoraban las quejas y hasta las denuncias. Hoy, con el nuevo gobierno federal, parece que hay intención de variar.

Así queda confirmado con una queja contra el ex delegado de la SAGARPA, Manuel García Corpus. Aunque ha sido exonerado queda el antecedente de que fue investigado formalmente.

El mismo García Corpus dice que fue denunciado en los medios por haber abusado de su cargo como delegado federal al haber, supuestamente, dado cargos a varios parientes. El caso fue investigado por la Secretaría de la Función Pública. Los señalamientos fueron falsos y el caso fue archivado. Le notificaron que esta exonerado igual que el delegado administrativo Eusebio Cruz porque la queja careció de fundamento.

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