Terco y loco
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Opinión

El Crematorio

Terco y loco

 


El regreso de Andrés Manuel López Obrador anidaba en la mayoría de los mexicanos una esperanza, no solo por la recuperación presidencial si no que durante su forzado retiro y aislamiento sanitario, haya tenido el tiempo necesario para meditar, reflexionar y rectificar su conducta ante los graves problemas que aquejan a México y así poder encontrar un presidente, mesurado reflexivo y armonioso, pero ¡oh! desilusión regresó un López Obrador recargado de odio, de rencor y alimentó aún más su sed de venganza, su salud palpablemente minada por la serie de inyecciones molotov que le infringieron, hicieron estragos en el disminuido cuerpo obeso del rector de los destinos de este país bananero que no pudo rectificar su destino por nuevas sendas de serenidad y cordura y lo que es peor aumento sus alucinaciones para sostener el “crecimiento económico”, las vacunas ausentes y que el coronavirus  ya había sido domado, que la curva ya se había aplanado, obviamente fue el delírium tremens de las altas temperaturas que abatieron a su senil cuerpo y acrecentaron sus crueles pasiones que anidó desde joven y que hoy gracias a la “ peorcracia” de la cuarta transformación (4T), lo ha llevado a desmadrar a este país, víctima de la ignorancia y de la corrupción de todos sus gobernantes, en su regreso nada cambió el coronavirus no nos hizo el favor, ni mucho menos el milagro esperado, todo sigue igual y pensamos que empeorará.

Andrés Manuel López Obrador no tiene remedio, su contagio no le sirvió para recapacitar, sigue envuelto en una terquedad  y en una locura permanente que conducirá a México a un completo caos y a sus babeantes seguidores, adversarios, conservadores, detractores, enemigos, disidentes, prensa fifi, críticos y esos raros especímenes de sus pesadillas nocturnas y sus prolongados insomnios que lo están conduciendo a una camisa de fuerza para que no dañe a nadie.