El Crematorio
Las religiones
Para los católicos el anuncio del INEGI, que las huestes del catolicismo han decrecido no causó sorpresa, pues la postura de su iglesia y en especial la de sus pastores, han propiciado la estampida de fieles ante otras religiones o creencias, como sucede con el cristianismo al que recurren los desilusionados católicos que tienen la imperiosa necesidad de mantener su fe y de sentirse respaldado por un ser superior que mitigue sus penas y dolor, sin querer agregar o meternos en “Honduras”, estamos ciertos de que los católicos han perdido adeptos y más que todo vocaciones, es decir ministros del culto, pues la rigidez de su sacerdocio los empuja a desertar o a caer en pecados mortales que ahuyentan a los creyentes de su fe. La venta de sacramentos, las reglas, normas rígidas incitan al pecado y al sacrilegio, así vemos a lo largo del trayecto de la iglesia la deserción de sacerdotes que se rehúsan al celibato llevándolos a una doble vida con hijos o “sobrinos” que llenan las sacristías o casas parroquiales, por otro lado, los sacramentos son elevados y los practicantes huyen a otras religiones donde les va peor, pero les permiten llegar una religión a modo pero cara y al reverso de la medalla, es que vemos a pastores muy buenos para los negocios, muy buenos padres de familia que llevan un hogar a todas luces permitido, abundan los pillos mesiánicos en esta religión que es tan elástica que permite el pecado abierto y mantiene en opulencia a ricos pastores y pedofilos, que engañan a su feligresía.
Vemos a curas pedófilos ser protegidos por la misma iglesia, tanto en el catolicismo como en el cristianismo y el lógico, ambos son humanos, pensamos que si los católicos se aperturaron a permitir una vida normal a sus curas no habría tantos “sobrinos” o “tíos” como curas, tendrían una vida normal y evitarían que muchos ancianos solos sacerdotes completamente solos y sin familia murieran en la miseria o en total desamparo. Todo mundo se moderniza y las iglesias deben modernizarse, pues los fieles de todas las religiones necesitan creer en algo, es tan obvio y necesario que los pueblos ignorantes convierten a sus presidentes en semidioses aunque se enfermen de COVID-19.