¡Ni hablar!
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Opinión

El Crematorio

¡Ni hablar!

 


Bien se dice que cuando Estados Unidos se resfría, a México le da una pulmonía. Y es que los desdeñables acontecimientos registrados el jueves pasado en la toma del Capitolio en Washington es una muestra fehaciente del daño que un mal gobernante puede causarle a su nación, de enfrentar a su pueblo con discursos de odio e incitando a la violencia, y a socavar las instituciones establecidas; esto puede pasar en México, pues la misma película la estamos viendo en nuestra propia patria en donde el presidente López Obrador alimenta cada día en sus “imperdibles” mañaneras, los rencores y el resentimiento entre sus compatriotas y al igual que en Estados Unidos en “donde el horno no está para bollos” pueda suceder un triste acontecimiento que impávidos vimos y lamentamos. 

Donald Trump, a quien se ha insistido que está afectado de sus facultades mentales, no ha podido llevar un buen gobierno en donde se ha aumentado la brecha entre los pobres y ricos. Ha tenido un pésimo manejo de la pandemia y se ha peleado con todo mundo, al igual que sucede en México, en donde nuestro presidente está empecinado no solo en distanciarse de otras naciones sino en acabar con las instituciones autónomas que constituyen un contrapeso al Poder Público. Pues todo aquello que afecta o limita su poder lo sabotea y lo quiere controlar a capricho para tener un gobierno a modo. 

El grueso del pueblo, que es ignorante en su mayoría, no se da cuenta del peligro que encierra el poder absoluto de un gobernante, que será el pueblo el primero en sufrir dichas consecuencias, pues el mismo ya lo ha sentenciado, primero los pobres y son ellos los que abarrotan las instituciones sanitarias públicas y saturan los cementerios. No se dan cuenta que el aumento al salario mínimo ha aumentado los costos de la canasta básica, aumentando su hambre, no se dan cuenta de los miles de empleos perdidos y de negocios que han quebrado, no se dan cuenta que la delincuencia está desbordada, no ven que nuestra economía está colapsada y que la hambruna apenas comienza al igual que la pandemia por nuestra irresponsabilidad. No hay que olvidar que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen ¡Ni hablar!

 

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