Cáncer infantil
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Cáncer infantil

 


Si bien no es posible prevenir el cáncer en los niños, la estrategia más eficaz para reducir la carga de morbilidad y mejorar la evolución clínica es centrarse en un diagnóstico precoz y correcto, seguido de un tratamiento eficaz y científicamente contrastado que se acompañe de medidas de apoyo personalizado. El cáncer infantil es un problema de salud pública grave en México, con casos que han aumentado progresivamente en los últimos años.

La gran mayoría de los niños con cáncer viven en países de ingresos bajos y medianos, donde enfrentan inequidades inaceptables en aspectos como la detección temprana, el diagnóstico y el acceso a tratamientos de calidad y cuidados paliativos.

Millones de infantes y adolescentes en México de edades comprendidas entre los 0 y los 19 años, no tienen ningún tipo de seguridad social. Esto es preocupante porque el cáncer es una enfermedad costosa que puede requerir grandes gastos de bolsillo, lo que puede provocar dificultades económicas en las familias.

El cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad en niños de 5-14 años y la sexta en niños menores de cinco, y representa casi 70% de la carga total de cáncer en estos grupos de edad. Comparado con las enfermedades neoplásicas en adultos, el cáncer en la infancia y adolescencia representa una proporción baja de todos los cánceres (5%).

Sin embargo, esta enfermedad representa una de las principales causas con mayor número de años de vida potencialmente perdidos. La leucemia linfoblástica aguda es el cáncer más común en niños y adolescentes mexicanos y las estimaciones de supervivencia global a cinco años varían entre 40 y 60%. Además, la leucemia es la causa de 1.24% de los años vividos con discapacidad en niños y niñas de 5-14 años.

Hoy se busca crear conciencia sobre esta enfermedad y expresar el apoyo a los niños y adolescentes con cáncer, lo supervivientes y sus familiares. Es importante que las familias de México sepan que el cáncer pediátrico suele ser curable si se detecta temprano.

 

Recicladores

 

Conocidos desde hace mucho como pepenadores y ahora reconocidos como recicladores, tras el cierre del tiradero en terrenos de Zaachila, hoy enfrentan una difícil situación para sobrevivir ante su débil economía para sufragar sus necesidades. Como muchos otros empleados o trabajadores, no tienen reconocimiento, seguridad social, pensión, ni apoyo para sus hijas e hijos quienes también se ven afectados por la discriminación.

Si bien algunas organizaciones trabajan juntas para combatir esta situación y los acompañan para que mejoren su calidad de vida y el ejercicio de sus derechos laborales, de salud, de vivienda y alimentación, la tarea es titánica. Sobre todo, porque igual de importante que el problema de la basura y del medio ambiente son las personas que están detrás de la economía de los desechos, quienes viven día con día de lo que la población desecha.

Como sociedad, gobierno y estado se debe reconocer la existencia de una deuda que saldar con ellos, pues no es un asunto de caridad sino un asunto de justicia social. Tan sólo en lo que fue el basurero metropolitano de Oaxaca, los recicladores han realizado una tarea trascendente en la separación de los residuos y su manejo, pero a pesar de su aportación, no tienen reconocimiento, ni siquiera los mínimos insumos para su tarea y es permanente su exposición a riesgos de salud.

Su jornada implica hacer extensos recorridos para cubrir su zona objetivo o completar un peso significativo de material que le represente un ingreso mínimo. Esta situación hace que los ingresos de las familias vinculadas al reciclaje sean muy variables, pues depende de las zonas donde trabajan, del tipo de residuos reciclables que recolectan y del porcentaje de impropios.

Actualmente los recicladores contribuyen a las economías locales, a la salud, a la seguridad pública y a la sustentabilidad ambiental. Con frecuencia enfrentan un bajo estatus social, deplorables condiciones de vida y de trabajo, y reciben escaso apoyo de los gobiernos locales.