Abatir adicciones
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Opinión

Editorial

Abatir adicciones

 


Ante el creciente aumento en el consumo de drogas y alcohol en jóvenes de Oaxaca, es necesario redoblar las acciones de prevención, tratamiento y rehabilitación de las adicciones. Sin duda, la prioridad son los hogares, las aulas, los centros de trabajo y los espacios públicos, ya que este flagelo afecta principalmente a los niños y adolescentes del país, sin distinción de género o condición socioeconómica.

La importancia de sumar esfuerzos entre sociedad y gobierno en esta cruzada preventiva del consumo de sustancias adictivas en todos los ámbitos de la sociedad es fundamental para evitar que más jóvenes se hundan en ellas.

Con la participación de profesionales de la salud de los dos ámbitos de gobierno y de la sociedad civil, se pueden alcanzar grandes logros, pero se necesita la disposición y la voluntad para enfrentar con decisión el problema.

El abuso y dependencia de sustancias como el alcohol, tabaco y drogas, constituyen los principales problemas de salud pública de nuestro tiempo, cuyas consecuencias trascienden el ámbito de la salud individual y repercuten negativamente en la dinámica familiar y comunitaria.

Llama poderosamente la atención que el número de adolescentes en el país que alguna vez han consumido drogas ilegales se incrementó de 2.9 a 6.2 por ciento. Sin embargo, son las mujeres las que presentan una mayor incidencia al registrar un aumento de 205 por ciento.

 

Ordenar ciudades

 

En nuestra capital como en las principales ciudades del estado, los asentamientos espontáneos, marginales, descontrolados o informales son formas de hábitats precarios establecidos en su mayoría en zonas urbanas. Estos asentamientos son creados por un sector de la población sin los permisos de los organismos competentes, con un reducido ingreso económico, que al construir de forma ilegal fomentan la exclusión, por ser zonas sin dotación de servicios básicos, carentes de planificación.

Debido al crecimiento urbano anárquico que se ha presentado en las ciudades, es necesario tomar decisiones transformadoras que respondan a la nueva agenda urbana, al desarrollo sustentable y mejor calidad de vida para los ciudadanos.

Se deben desarrollar e impulsar en el interior de las ciudades aquellos espacios que están vacíos en lugar de seguir creando a las orillas, porque es más caro llevar servicios a las lejanías que ampliar los que ya existen, además de que las distancias largas disminuyen la calidad de vida de la gente.

Ordenar el crecimiento de asentamientos humanos, dotarlos de equipamiento urbano, infraestructura y servicios necesarios para propiciar su desarrollo, es tarea de todos quienes están inmersos en el tema.

Ante esa situación, es necesaria la intervención y la participación coordinada de las autoridades federales, estatales y municipales para alcanzar el desarrollo urbano, la adquisición de reservas territoriales y el aprovechamiento del suelo interurbano.

Aunado a ello, la marginación es un elemento que influye significativamente en el tema de vivienda, pues deriva de la combinación de una enorme dispersión poblacional en una superficie que es  70 por ciento montañosa, lo cual implica gran dificultad para hacer llegar la infraestructura social y productiva a las localidades, así como el encarecimiento de los bienes y servicios.

Tal es la trascendencia de consolidar la planeación del crecimiento urbano de las ciudades medias del estado y detener el crecimiento desordenado a través de instrumentos que permitan establecer los usos y destinos de suelo.