Delincuencia
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Opinión

Editorial

Delincuencia

 


La violencia y delincuencia son problemas que no tienen una expresión única, por el contrario, son situaciones complejas con múltiples causas, diversos factores de riesgo, así como con diversas manifestaciones, lo que implica que no es posible enfrentarlos sólo controlando y sancionando el delito; también es necesario prevenirlos, es decir, abordar las causas sociales y los factores que propician estas situaciones.

La única forma de combatir con eficiencia, claridad y prontitud a la delincuencia es la coordinación de todas las áreas involucradas y sus posibilidades de ayuda; esa es la tarea central, fundamental de las fiscalías, encontrar caminos para tener conexiones, para compartir procedimientos, información, posibilidades, mecanismos y con ello, resultados.

La seguridad de los oaxaqueños es un tema prioritario que demanda del trabajo arduo y constante para alcanzar buenos resultados, de ahí que el gran reto sigue siendo involucrar a la ciudadanía en estas tareas de combate a la delincuencia, pues sólo con la decidida participación y organización de los ciudadanos en coordinación con las autoridades se podrán combatir con eficiencia y eficacia los delitos y la inseguridad. Por ello, un primer paso debe ser recuperar los espacios públicos donde frecuentan los delincuentes para fraguar sus ilícitos, garantizar el alumbrado público que ayude a reducir el robo a casas-habitación, negocios, asaltos a personas, robos a vehículos y autopartes.

Quienes conocen este serio como delicado problema, advierten que el enfoque de prevención es absolutamente necesario en un país como México en el que la atención se ha centrado en el combate frontal de la delincuencia, lo que ha generado elevados costos sociales, como lo son el incremento del temor y la percepción de inseguridad de la ciudadanía, el encierro en el espacio privado de las viviendas, el abandono del espacio público y el incremento de las medidas de seguridad. Por eso, la inseguridad es actualmente una de las principales preocupaciones de la ciudadanía y ha colocado en el ojo del huracán las medidas que el gobierno implementa para disminuirla.

 

Emprendedoras

 

La participación de las mujeres hoy en día ha adquirido una nueva dimensión: ya no solo hay mujeres empleadas, sino que hay quienes buscan mayores posibilidades de superación y muchas de ellas se han lanzado, incluso, a la aventura de ser empresarias, lográndolo con éxito. Si hay algo que se puede reconocer a las mujeres mexicanas es el esfuerzo y la dedicación, la voluntad para librarse de los obstáculos y abrirse camino, siempre con un alto nivel de compromiso, responsabilidad y entrega. En nuestro estado hay mujeres que no están trabajando, aunque tienen estudios a nivel licenciatura o posgrado y que sin duda perdemos un enorme potencial. La vida económica de la sociedad se basa fundamentalmente en el papel que desempeña la mujer, como jefa de familia, como productora, generadora de riqueza y como pilar de la sociedad.

En las últimas décadas las mujeres han adquirido una importancia crucial en la vida económica de los países a nivel mundial y destacadamente en nuestro país, donde el 45 por ciento de las empresas de un solo propietario son de mujeres, y casi 7 de cada 10 centros empresariales en el país son dirigidos por mujeres, lo cual revela el enorme potencial con que cuentan las mujeres para alentar el crecimiento y desarrollo económico en sus regiones. En Oaxaca, la figura de la mujer -hija, madre, abuela- emprendedora representa el sustento de esta entidad. Por eso se debe alentar y promover la capacidad de las mujeres que emprenden, que son vida y sustento de nuestra entidad. La participación de las mujeres es esencial para el crecimiento no solo de ellas, sino de los municipios, de los estados y del país.

La educación tecnológica ha permitido que el desarrollo innovador impulse la economía de los países; sin embargo, en nuestro país y en especial en nuestra entidad carecemos de espacios para el desarrollo de las mujeres y niñas. Si bien 52.6% de las mujeres cursan el nivel básico y 52.9% de hombres también lo hacen, no ocurre lo mismo en los niveles medio superior, donde sólo 18.7% de las mujeres lo cursan, mientras que 20.9% de los hombres lo hacen.