Operaciones criminales
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Opinión

Editorial

Operaciones criminales

 


Al analizar el mapa criminal que se ha dado en la entidad, pese a los “otros datos” de las mesas de seguridad, hay un factor común que han reconocido las mismas autoridades estatales: las operaciones de los grupos criminales, en busca de tener la supremacía, siguen costando muchas vidas. Lo hemos palpado en Valles Centrales y en otras regiones, en donde se han dado ejecuciones al por mayor en los últimos meses, la mayoría vinculadas con el narcomenudeo. Y es que no es un secreto, pues tanto los organismos castrenses y organismos federales han admitido que en Oaxaca hay varios grupos delincuenciales que tienen presencia, por lo que la lucha a muerte entre los mismos, ha propiciado un mapa preocupante de homicidios dolosos que, sean como fueran, no se pueden minimizar.

El fenómeno se reproduce, con especificidades en el interior del estado. Hay regiones en donde la delincuencia y el crimen no han bajado un ápice, como Juchitán de Zaragoza, por ejemplo. Hay otras comunidades más que han repuntado en crímenes y otros ilícitos. Llaman la atención poblaciones istmeñas limítrofes con el estado de Chiapas como San Pedro Tapanatepec y Chahuites, en donde la ejecución es algo cotidiano. Las víctimas en su mayoría están vinculadas con el narcomenudeo o con el robo de ganado o mango. La ciudad y puerto de Salina Cruz, también ha resentido en los últimos meses una ola criminal inédita, lo cual tiene una explicación: su ubicación estratégica en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), la ha puesto en la mira como un botín de los grupos criminales.

Se sabe que, por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, dicho proyecto prioritario está bajo resguardo de al menos 6 mil elementos de la Marina/Armada de México, sin embargo, toda la zona por donde pasarán las vías del tren se ha infestado de delincuentes. Se trata de bandas criminales locales que operan como franquicias de los ya conocidos cárteles. Ahí está por ejemplo Matías Romero, Santa María y Santo Domingo Petapa, en donde no hay un solo día en que los vecinos no amanezcan aterrados con las balaceras o los cadáveres degollados en plena vía pública. Entonces, ¿dónde está la vigilancia privilegiada para el citado proyecto presidencial? Es evidente que, la política de “abrazos, no balazos” sigue mostrando su ineficacia y fracaso.

 

Sigue agresión vs animales

 

Hace unos días circularon fotografías de un perrito con una enorme herida en la cabeza, producida por arma punzocortante. Gracias a la denuncia ciudadana trascendió que el responsable de este hecho tan deleznable había sido un vecino de la Colonia Nopalera, ubicada en jurisdicción de San Antonio de la Cal. Durante la visita del titular de la Fiscalía General del Estado, Bernardo Rodríguez Alamilla a las modernas instalaciones de EL IMPARCIAL. El Mejor diario de Oaxaca, hace al menos tres semanas, se refirió a las penas corporales de aquellas personas que siguen atentando en contra de perros, gatos o son responsables de ocasionar dolor y daño a otras especies. Y en efecto, hay personas inconscientes que asumen que los animales no sienten y violando la ley y el Código Penal vigente, persisten en su actitud dolosa y patológica.

Hace unos meses circuló una noticia que provocó indignación nacional: en Tecámac, Estado de México, un sujeto llegó a una carnicería con el propósito de amenazar con arma de fuego al propietario. Al no lograr su propósito tomó del suelo a un pequeño perro, al cual arrojó a un cazo de aceite hirviendo. Por fortuna, las cámaras de video-vigilancia instaladas en casas particulares y calles de la referida ciudad, grabaron de principio a fin la operación del sujeto. Se circularon los videos y las corporaciones, incluso federales, dieron con la guarida del sujeto, quien fue detenido y vinculado a proceso. La pregunta es: ¿cuántos casos de crueldad animal y formas patológicas para infringir dolor se dan a diario sin que sean denunciadas o en comunidades remotas de nuestra geografía, en donde no existen cámaras de video?

Hoy en día las redes sociales son un elemento básico para la denuncia, incluso anónima. Es necesario fomentar la cultura ciudadana para reportar este tipo de hechos a las autoridades competentes. En ciertos casos se ha procedido. Hay que recordar el caso de una dama que llevaba a su perro atado a su automóvil, hasta que fue detenida por automovilistas o el operador de un taxi foráneo que, como castigo a un perro que presuntamente se había comido unas gallinas lo llevaba arrastrando en la carretera. Igualmente fue detenido por testigos indignados. Esto es, se está creando una conciencia ciudadana de respeto a los animales como especies sensibles al dolor. Lo que hace falta es crear una cultura de la denuncia, para documentar los casos de malos tratos como al que nos referimos al principio.