Reprobados en transporte
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Editorial

Reprobados en transporte

 


Una de las alternativas para darles a los citadinos un transporte digno, decoroso y barato fue el fracasado proyecto del CityBus en el cual se invirtieron desde el gobierno de Gabino Cué al de Alejandro Murat, la nada despreciable suma de más de mil millones de pesos. Sin embargo, por los claroscuros y opacidad con las cuales se desarrolló desde sus orígenes, generó desconfianza en el régimen de Salomón Jara, quien dispuso cancelarlo. Los autobuses se usan cada año sólo para darle servicio gratuito al turismo que va o viene del auditorio del Cerro de El Fortín o para la Feria del Mezcal, instalada desde hace pocos años en el Centro Cultural y de Convenciones, ubicado en Santa Lucía del Camino. Es decir, más de 40 unidades que fueron adquiridas por una suma millonaria permanecen en corralones oficiales, en tanto que la ciudadanía tiene que seguir tolerando utilizar la vieja chatarra que el pulpo camionero urbano sigue utilizando para dar el servicio.

Cuando otras ciudades intermedias usan ya un transporte moderno, eficaz y decoroso, en la capital seguimos usando viejas unidades con más de 30 años de uso, con operadores que siguen en competencia para alcanzar más pasaje; sin capacitación, sin saber las normas mínimas de urbanidad. Uno se pregunta: ¿qué pasa en el actual gobierno que, en materia de transporte público, sigue con los parámetros del pasado? ¿Acaso la Secretaría de Movilidad (Semovi), seguirá con la misma política de no tocar al pulpo camionero, por el resto del sexenio? O, ¿qué ocurrirá con el citado proyecto del CityBus? Oaxaca, lo hemos dicho, no es una entidad cuyo presupuesto le permita tirar los millones invertidos a la basura. Tenemos muchas necesidades. Hay que aprovechar lo que hay e investigar si existieron corruptelas, desvío de recursos o demás, pero no dejar que las unidades adquiridas terminen como chatarra inservible.

Los oaxaqueños urgimos de una política de transporte que, en principio, ponga orden. Como ninguna capital en el país, nos vemos a diario invadidos por una nube de pequeñas unidades que, por miles, entran y salen de la ciudad; que hacen paradas de manera arbitraria; que levantan o bajan pasaje sin que hay sanciones. Además de todo ello, son protagonistas de accidentes mortales. Pese a todo ello, no existe poder alguno que los meta al orden. Esto es, seguimos igual o peor que antes. Vale la pena preguntarse: ¿y dónde está, pues, el cambio que tanto se ha anunciado con el nuevo gobierno emanado de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)?

 

Las trampas del CIIT

 

La semana pasada los medios de comunicación impresos y audiovisuales dieron cuenta de la reunión que sostuvieron los gobernadores de Oaxaca, Salomón Jara; de Veracruz, Cuitláhuac García y la titular de la Secretaría de Economía del gobierno federal, Raquel Buenrostro, en donde se menciona el interés de grupos empresariales por los parques industriales que se prevé se construyan a lo largo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT). Sin duda, el proyecto presidencial, de ser concluido de manera exitosa, será un detonante del desarrollo económico, incluso regional. Sin embargo, he ahí el compromiso que debe asumir el gobierno estatal. El hecho de que sea un proyecto en el que circulen millones y millones de pesos o dólares, ha hecho que los grupos criminales lo pongan en la mira. Se sabe, por ejemplo, de la apropiación de predios de manera violenta y asesinando a quienes se oponen al citado proyecto presidencial o, a través de denuncias.

Hace unos días, la dirigencia de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo de Tehuantepec (UCIZONI), reportó el homicidio de uno de sus activistas en la comunidad de Mixtequilla. En Salina Cruz, en donde se construye el rompeolas que tanto ha publicitado el presidente de México, pues es pieza clave para el desarrollo del CIIT, los ajustes de cuentas y ejecuciones han devenido una cosa diaria. Hace más de una semana dos trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) fueron asesinados. Juchitán de Zaragoza, no se diga. Ahí la muerte tiene permiso. Ejecuciones diarias por presuntas operaci0nes de narcomenudeo. Otra más, Matías Romero es paraíso del crimen. No hay un solo día en que las notas de los diarios impresos o redes sociales no den cuenta de hechos criminales.

A todo este entorno de crimen y violencia se añaden los constantes bloqueos carreteros tanto en la Carretera 190 como en la Transístmica. Son cotidianos y a veces hasta cinco bloqueos carreteros, montados por organizaciones sociales, vecinos inconformes, grupos anti-eólicos y un sinfín de razones y móviles para atentar en contra del derecho a la libre circulación. En tanto el gobierno de Salomón Jara no ponga a su equipo de trabajo a destrabar todos estos obstáculos, podemos tener la certeza de que el gran proyecto presidencial puede hacer agua o, simplemente convertirse en patrimonio de los grupos criminales.