Fe que mueve montañas
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Opinión

Editorial

Fe que mueve montañas

 


Uno de los pivotes del desarrollo económico de Oaxaca es el turismo, pero no solamente el convencional, el que visita los tres destinos tradicionales: la capital oaxaqueña y los Valles Centrales, así como los dos destinos de playa: Huatulco y Puerto Escondido, sino el que busca también los sitios de veneración religiosa, como es el caso de Santa Catarina Juquila, en donde se celebra hoy en día a la Virgen. Se trata de uno de los íconos católicos más venerados en la entidad y otros estados de la República. Se estima que sólo en esta temporada arriban en peregrinaciones al menos un millón de fieles que, lo mismo acuden a dejar su limosna en el paraje llamado “El Pedimento” que en la cabecera de la población en donde está la iglesia principal. El turismo es sobre todo nacional, sin descartar visitantes católicos de otros países.

Lamentablemente, el trayecto de la capital oaxaqueña para Juquila es demasiado accidentado. El gobierno estatal se ha desentendido por completo en construir una vía digna y decorosa para arribar al santuario. A todo ello hay que agregar los añejos conflictos entre la cabecera municipal y algunas comunidades cercanas, particularmente Santiago Yaitepec, que disputa la propiedad del llamado “El Pedimento” y, para presionar a las autoridades estatales, ha generado bloqueos carreteros con el consecuente daño a la estabilidad social y económica de la cabecera municipal, además, claro, de un daño irreversible a los visitantes que han quedado varados en la angosta carretera que comunica al santuario. Detrás de las anteriores movilizaciones y chantaje de la comunidad chatina hubo manos extrañas, en este caso de conocidos agitadores del magisterio oaxaqueño.

Hoy pues, en muchos hogares y templos católicos oaxaqueños habrá rezos, misas y recordatorios a Nuestra Señora de Juquila. La fe mueve montañas, pues hay feligreses que desde varias partes del estado realizan penitencias y caminatas para llegar a la iglesia donde se venera a la Virgen. Otras peregrinaciones se hacen en bicicletas, motocicletas y automóviles. Una verdadera romería hoy y la víspera, aunque hay que decirlo, el turismo religioso se mantiene durante todo el año, representando para esta comunidad de la Sierra Sur, una importante derrama económica. El gobierno de Salomón Jara debe capitalizar este rico venero, pues respetando la diversidad de credos y libertad religiosa, poner atención a esta olvidada comunidad oaxaqueña, con vías más dignas y decorosas.

 

A pagar deudas

 

En el discurso de su toma de posesión como gobernador del Estado, Salomón Jara Cruz hizo del conocimiento público a las y los oaxaqueños que la deuda pública que heredó del exgobernador Alejandro Murat Hinojosa, se incrementó a más de 20 mil 600 millones de pesos, además de que el costo de la deuda, es uno de los más caros de todo el país, aunado a que se solicitó más endeudamiento en lugar de cumplir y cubrir los compromisos existentes. En donde se ha puesto especial atención es en el hoyo financiero que dejaron en los Servicios de Salud del Estado (SSO), pues ahí se dio un peligroso enjuague de complicidades y corrupción. Si bien es cierto que se han propuesto para esta situación medidas de austeridad, eliminando duplicidad de funciones y áreas innecesarias o espacios creados exclusivamente para pago de favores políticos, lo cierto es que con certeza implicará un gran sacrificio para el pueblo de Oaxaca, que el gobierno se dedique a pagar deudas.

Con dureza, Jara Cruz se refirió a obras inconclusas, mal hechas o demasiado onerosas, algunas de las cuales se dijo, sólo se hicieron para pagar favores políticos o favorecer a ciertos personajes. Una de las áreas que está en la mira de la nueva administración es la ex Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra), responsable de la ejecución y supervisión de las obras realizadas en la pasada administración y que, por lo visto, su titular no respondió a las expectativas de su jefe, el ex gobernador Murat Hinojosa pues, como mencionamos en días anteriores, lo llevó a inaugurar obras que estaban inconclusas y fueron ejecutadas con reprobable opacidad. Una revisión exhaustiva de las que se llevaron a cabo con un presupuesto millonario, podría dar muchas sorpresas.

Si bien es cierto que hasta el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se dijo satisfecho de que la transición entre la pasada administración y ésta se llevara a cabo sin sobresaltos, el nuevo ejecutivo estatal pidió a los oaxaqueños estar atentos sobre la situación en la que recibió la administración pública del estado. Y fue más allá al subrayar que “la ineptitud, la soberbia, la prepotencia, la mentira y la simulación, fueron del sello de la administración saliente”. Esperemos que la nueva administración en verdad cumpla con las expectativas de la transformación que es su bandera, pues con un gabinete legal de medio pelo y un gabinete ampliado de novatos, inexpertos y sin formación en tares de gobierno, nada bueno se puede augurar.