Natalicio del Benemérito
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Opinión

Editorial

Natalicio del Benemérito

 


Hoy se celebra una efeméride que cala honda en la conciencia de los mexicanos y, particularmente, de los oaxaqueños: el natalicio de uno de nuestros íconos nacionales más reconocidos en el mundo: don Benito Juárez. Este día, lo recordamos a 216 años de su nacimiento que coincide con el inicio del período primaveral. Según datos históricos consultados, Juárez nació el 21 de marzo de 1806, en la población de San Pablo Guelatao, distrito de Ixtlán. De origen zapoteco, provenía de una familia indígena. Siendo aún niño se trasladó a la ciudad de Oaxaca, en donde fue acogido por el sacerdote franciscano Antonio Salanueva. Ahí sirvió como mozo e ingresó al Seminario Conciliar de la Santa Cruz, que luego dejó para ingresar al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca. Concluyó su carrera de abogado, siendo posteriormente, rector de dicha institución y, más tarde, gobernador del estado.

El inicio de su carrera dentro del campo político se ubica en el año de 1832, luego sería nombrado diputado honorable de la legislatura de Oaxaca en 1939. También ocupó el cargo de ministro suplente del Tribunal Superior de Justicia, fue gobernador interino de Oaxaca y, años más tarde, diputado federal. En 1858, Juárez es nombrado presidente interino de la República. Su primer periodo de gobierno se considera el más importante, pues durante éste se decreta la libertad de religión y conciencia impulsada en la llamada Ley Juárez, de 1855. A partir de 1863, comienza una fase de gobierno itinerante; Juárez debe movilizarse por todo el país huyendo de los conservadores y de la invasión europea que pretendía enquistar la monarquía, desde 1861.

Durante 14 años ejerció distintas labores dentro del poder político, una de ellas la presidencia de México, la cual transcurrió por diferentes etapas, todas muy convulsas: exilio, invasiones y guerras. Juárez intentaba establecer una República federal, libre e independiente, y por ese motivo luchó hasta sus últimos días. En 1867, Juárez logra restaurar la República Federal Mexicana, iniciándose así un periodo de reconciliación nacional. Años más tarde, repetirá como presidente de la República en dos oportunidades, pero ambos mandatos serán igualmente convulsos. La educación que Juárez obtuvo a lo largo de su vida le permitió ser un hombre de profunda reflexión y sabiduría. Sus principios éticos y morales lo indujeron a pronunciar frases célebres por las que aún hoy se le recuerda. “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz”.

 

Una bocanada de aire

 

El pasado fin de semana y este día constituyen el segundo fin de semana largo del 2022. Se trata del día feriado por el natalicio de don Benito Juárez. La ciudad se ha visto abarrotada de visitantes del país y el extranjero, que vienen a disfrutar de algo de lo mucho que Oaxaca ofrece a México y al mundo. Todo ello constituye una bocanada de aire para los prestadores de servicios de la industria turística, tan lacerada en los tiempos de la pandemia, de la que apenas vislumbramos una luz después de dos años de confinamiento relativo. Los llamados fines de semana largos, como se les conoce, forman parte ya de una tradición entre los mexicanos, habida cuenta de que son utilizados a veces para tomar breves períodos de descanso sin ser, precisamente vacaciones.

A poco de iniciar funciones el gobierno de la Cuarta Transformación, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador criticó la cancelación de las celebraciones cívicas por los llamados puentes largos. Y, en contra de lo que ya se había hecho costumbre, amenazó con modificar dicha situación. Ahí, literalmente, la pandemia y su secuela en la economía cambió su percepción. Estos períodos siguen como un respiro –insistimos- para quienes se dedican a laborar en los diversos ramos de la industria sin chimeneas. En Oaxaca, lo constatamos durante los dos años de pandemia, los latigazos fueron brutales. Cierre de playas, cancelación de eventos culturales como La Guelaguetza, la Feria del Mezcal, la reducción de los aforos a hoteles y restaurantes, entre muchos otros golpes a la industria turística, hacen ver estos fines de semana largos, como un pequeño aliciente.

Ojalá que los bloqueos, que forman parte ya de nuestra identidad originaria; que el problema de la basura como en el mes de diciembre de 2021 y el chantaje de grupos y organizaciones sociales; normalistas, maestros y sindicatos, permitan que este período sea en verdad de relajamiento y sano esparcimiento para el turismo que nos visita. Además, que la derrama económica que dejan los visitantes del país o el extranjero, permitan aliviar la desgastada economía de los lugares de más afluencia, artesanos, comerciantes, mercados y muchos más que viven del turismo. Y que los abusos de aquellos que quieren matar a la gallina de los huevos de oro, no se hagan presentes, porque ello ahuyenta y no atrae más visitantes. Esperamos, pues, que este puente largo sea para bien.