Otra trastada diputaril
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Opinión

Editorial

Otra trastada diputaril

 


A punto de irse a su casa algunos (as) diputados (as) locales, porque su período de gestión está a la vuelta de la esquina, se han sacado de la manga una genial impostura: formular juicio político al gobernador Alejandro Murat, pues según quienes orquestan esta barrabasada, habría violado la ley electoral que prohibía la publicidad oficial en tiempos de campaña, cuestión que fue documentada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que sólo menciona la presunta violación a la ley, sin tipificar sanción pecuniaria, administrativa, mucho menos juicio político. No hemos estado equivocados al reconocer que nuestra flamante representación popular local está plagada de rapacidad, ambición y nula austeridad. No es pues el famoso juicio al ejecutivo aquello que les preocupa o mueve, sino el amago para recibir, antes de engrosar la fría banca del desempleo, otra cantidad millonaria, como si fuera “pago de marcha”. 

Insistimos en que la sociedad civil oaxaqueña debe estimular la formación de algún organismo que verifique el quehacer legislativo. Estamos ante una evidente clase ociosa que no aprueba leyes para mejorar la calidad de vida de los oaxaqueños; que las que ha aprobado han sido intentos fallidos; que sólo ocupan la curul para beneficiarse a sí mismos (as) y se han acostumbrado a pervivir –y bien- de las jugosas dietas y de las cantidades millonarias que se autorizan, cual si fueran un ente necesario para la vida pública. A lo largo de los tres años que lleva la LXIV Legislatura, se ha caracterizado por ser onerosa, improductiva y voraz. En ese período ha erogado del erario público, más de 2 mil millones de pesos. Y quieren más. 

Los vicios, la opacidad y la nula transparencia se han enquistado en dicho órgano autónomo. Nuestra representación popular da pena ajena. La presión que ejercen hoy sólo tiene un trasfondo: que les autoricen antes de concluir su gestión, al menos 45 millones de pesos adicionales a lo que se han autorizado antes de manera ilegal. Por ello obligaron a comparecer y poner en el banquillo de los acusados a los titulares de la Secretaría de Finanzas, de la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra) y de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura (Sedapa), con el pueril argumento de querer saber en donde se habían gastado los 3 mil 500 millones del préstamo que en 2019 le fue autorizado el gobernador. 

Una vecindad compleja

Los problemas que hoy en día tiene México en torno a las oleadas migratorias, tienen un trasfondo: la exigencia del gobierno de los Estados Unidos de América al nuestro, para detener a los miles de ciudadanos que se internan de manera ilegal a territorio mexicano en su ruta hacia el vecino del Norte. Si bien el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador insiste en que su administración “no es pelele” de los norteamericanos, lo cierto es que seguimos siendo el patio trasero, al que se presiona de una y mil maneras, una de ellas es, la deportación masiva de mexicanos que, a su vez, se internan en territorio americano de manera ilegal. El fenómeno es, pues, similar al de centroamericanos, asiáticos, haitianos y otros más, que hoy mismo son tratados como animales. Pese a lo que se diga en los discursos oficiales, nuestra vecindad con la Unión Americana ha sido y es compleja y desigual.

Hoy se conmemora un aniversario del famoso sitio al Castillo de Chapultepec, en donde murieron con heroísmo, al menos seis cadetes y muchos más fuera de este recinto. La fecha está en nuestra historia oficial: 13 de septiembre de 1847 y fue producto de los afanes expansionistas norteamericanos que habría de consolidarse con la anexión de Texas y, posteriormente, los territorios de Arizona, Nuevo México y la Alta California. Historiadores han documentado uno a uno los agravios que padeció nuestro país, incluso posteriormente a esta guerra, como fue la intervención de Estados Unidos en el movimiento revolucionario, que investigó a fondo Friedrich Katz, de la Universidad de Chicago o la invasión punitiva a Veracruz. Ya la documentada obra de Glenn Price, va al fondo de los orígenes de la intervención de los años 1846-1847.

Hoy se celebra en todo México el sacrificio de los llamados “Niños Héroes”; la defensa heroica de su bastión y la bandera nacional, aquella que para evitar que cayera en manos del enemigo, fue la mortaja de un cadete con la que se arrojó al vacío. México perdió más de la mitad de su territorio. Sin embargo, también hay que reconocer que una de las economías más poderosas del mundo ha sido plataforma para que millones de mexicanos, que se han avecindado allá y cuentan con un empleo temporal o definitivo, sean un pivote fundamental de la propia supervivencia de sus familias. Las remesas que envían a México, son un gran respiro de la economía nacional. De ello se vanagloria hoy el gobierno federal, sin reconocer que es producto del fracaso de quien no puede asegurar fuentes de empleo digno y bien remunerado en nuestro país.