Centros bajo lupa
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Editorial

Centros bajo lupa

 


Como a tiempo se difundió, todo apunta a que los Centros de Readaptación Social en Oaxaca, lugar en donde personas, hombres y mujeres que han delinquido o cometido alguna violación a la ley están bajo proceso o con sentencia, siguen estando bajo la lupa de los organismos de derechos humanos. Hace unos días trascendió que en la entidad hay dos centros: el Penal de Tanivet, ubicado en jurisdicción de Tlacolula de Matamoros y el que funciona en Tehuantepec, que estarían bajo la premisa de tener una atención deficiente para las personas privadas de la libertad, por lo cual están bajo escrutinio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Esta determinación surgió del análisis que realiza el llamado Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, en el año 2020. 

Llama la atención que se ubique al penal de Tanivet, como un sitio en donde existe una falta de garantías para una estancia digna; que no existan los mecanismos para una reinserción segura en la sociedad y los elementos básicos para aquellas personas privadas de la libertad, que requieran atención especial. Es importante recordar que luego del desalojo del penal de Santa María Ixcotel, hace más de un año, que trajo consigo el traslado de los internos a Tanivet, muchos pensaron que las cosas habrían de mejorar, luego de detectarse hacinamiento, promiscuidad, enfermedades de diversa naturaleza y otras. Otro de los descalificados es el de Tehuantepec, en donde se han detectado violaciones flagrantes a los derechos de los internos, violencia y, por supuesto, el tráfico de estupefacientes, que hacen de los privados de la libertad rehenes potenciales de quienes trafican droga.

Para nadie es un secreto que en la agenda penitenciaria oaxaqueña hay temas que, en muchas circunstancias, se asumían superados, como es el caso del auto-gobierno, el pago de servicios y la complicidad de las autoridades de cada centro, en el tráfico de drogas. Además, no pueden excluirse de ello, algunos privilegios en las visitas conyugales, en el uso de aparatos de televisión o el uso de teléfonos celulares. Tampoco podemos omitir que, muchos casos de extorsión telefónica se dan desde los centros llamados con eufemismo de reinserción social. Es más, nuestro estado dista mucho de tener centros confiables y de verdadera recuperación para quienes han infringido la ley. No sorprende pues, que la CNDH nos siga teniendo, como antaño, bajo la lupa.

Magros resultados

La pandemia ha seguido lacerando a la economía en todos los órdenes. El turismo, como ya hemos dicho, no se ha salvado. Estamos ya en los últimos días de julio y los resultados en lo que se refiere a ocupación hotelera, derrama económica y estancia promedio del turismo del país y el extranjero, son más bien magros. Durante las últimas tres semanas de este mes se han observado más o menos llenos lugares como la explanada de Santo Domingo y el Andador Turístico Macedonio Alcalá, pero no en la proporción de años anteriores al 2020. El temor a los contagios y los insistentes llamados de las autoridades sanitarias para no salir de casa, de nueva cuenta, aunque en menor medida, impactaron otra vez a nuestra industria sin chimeneas, con graves efectos colaterales en otros rubros de la economía, como es el transporte.

El virus, con sus variantes, ha provocado terror entre la sociedad. Los hospitales han estado llenos, luego de que la Covid-19 empezara a afectar sobre todo a personas jóvenes, aunque el índice de mortalidad sea menor que en la primera ola, cuando afectó más a personas de más de 60 años. Si bien las campañas de vacunación, pese a sus claroscuros y desorganización, han permeado en los diversos sectores sociales. Los escépticos son pocos, frente a la mayoría de hombres y mujeres de diferentes edades, que han acudido a los módulos para aplicarse el biológico, todo con el propósito de inmunizarse o, al menos, evitar la gravedad y la muerte. Pese a ello, desde la semana pasada, los Servicios de Salud en el Estado (SSO), advirtieron de un crecimiento preocupante de contagios y muertes en algunas regiones como el Istmo de Tehuantepec y la Costa.

Obviamente, también ello repercutió en el arribo de visitantes del país y el extranjero a destinos de playa como Puerto Escondido y Huatulco, que no registraron los niveles de afluencia de otras temporadas anteriores a la contingencia, menos la derrama económica. Los resultados pues, de esta temporada vacacional de verano, bien pueden calificarse de magros y modestos. No hay manera de exigir más cuando la situación de emergencia volvió al país y al estado y que, a pesar de los esfuerzos del gobierno para agilizar las campañas de vacunación, hoy el mal se ha arraigado en los menores de 20 años. Además, como ya hemos dicho, las variantes Delta, Gamma y Épsilon han resultado más peligrosas que el mal original.