Urge corresponsabilidad
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Editorial

Urge corresponsabilidad

 


La semana pasada, el titular de la Secretaría de Economía, Juan Pablo Guzmán Covián anunció que algunos grupos empresariales, convencidos de la necesidad y urgencia de que Oaxaca no pase a semáforo rojo, habían accedido a tomar algunas medidas emergentes, como el cierre escalonado de ciertos negocios, desde luego no de manera definitiva, para contener los contagios de Covid-19. Como lo hemos comentado en este segmento editorial en días anteriores, ello implica mayores sacrificios económicos y, posiblemente, el incremento en el desempleo. Sin embargo, muestra de manera fehaciente la preocupación por lo que está pasando en la entidad, con 14 hospitales que ya no pueden atender más, pues están al 100% de ocupación y el resto en riesgo de colapsar, además, por supuesto, de casi 31 mil contagios y 2 mil 273 fallecimientos, hasta el sábado pasado.

La pandemia no es un juego. Es un mal en extremo mortal. Más aún, cuando se sabe que ha llegado hasta la misma estructura gubernamental. Desde la primera semana de enero, el recuento ha sido brutal. A ello hay que agregar que los panteones están al tope y los hospitales más importantes para tratar el mal, algunos de ellos reconvertidos a nosocomios Covid, saturados de pacientes. En algunos ya no hay personal para atender la emergencia, además de que médicos, enfermeras y demás, están fatigados por las cargas excesivas de trabajo y el temor de perder la vida como centenas que ya no alcanzaron la vacuna, pues sucumbieron cumpliendo su deber. He ahí la razón de los constantes llamados a quedarse en casa y evitar fiestas, aglomeraciones o aplicarse las medidas sanitarias, que contiene la nueva campaña de difusión “Juntos por Oaxaca”, emprendida por el gobierno estatal.

Sin duda alguna, al sacrificio del comercio organizado se espera también la corresponsabilidad ciudadana. Como mencionamos al principio de la semana anterior: la exigencia de los trabajadores de la salud respecto a decretar para Oaxaca el semáforo rojo es justa. Se espera que con la aplicación de las 19 mil 500 dosis de la vacuna Pfizer contra el Covid-19, haya un respiro favorable, pero seguramente no será suficiente. Esta terrible y mortal enfermedad sólo nos está cobrando la factura de las fiestas decembrinas, de la compra de los regalos en las tiendas de autoservicio o de los excesos de la temporada. Lo cierto es que el pago ha sido doloroso y mortal. Aun así, se han publicado notas de que los jaripeos y el jolgorio no terminan.

Capacitación a ediles, prioridad 

Por fin, la Secretaría General de Gobierno (Segego), está atendiendo un rubro que, durante mucho tiempo, fue soslayado. Se trata de la capacitación a ediles, concejales y funcionarios municipales. Desde la semana pasada se llevó a cabo la “Jornada de Capacitación a Autoridades Municipales 2021”, con el propósito de brindar los conocimientos necesarios para el ejercicio de sus funciones a las nuevas autoridades electas por sistemas normativos indígenas. Con la participación de representantes de diversas dependencias del gobierno estatal, entre ellas los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), las secretarías de la Contraloría y Transparencia Gubernamental (SCTG) y de las Mujeres de Oaxaca (SMO), la Coordinación General del Comité Estatal de Planeación para el Desarrollo de Oaxaca (Coplade), y el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Oaxaca (OSFEO), de manera virtual, se les capacitó en diversos temas de su gestión.

Sin embargo, el esfuerzo institucional para la capacitación a las nuevas autoridades municipales ha sido continuo. Es ya sabido de que hay quienes llegan a dirigir los destinos de sus comunidades sin tener la menor idea de lo que implica el gasto público y sus repercusiones, cuando no se da cuenta de ello a las dependencias responsables. Y no porque los ediles sean corruptos, sino porque desconocen los mecanismos de la rendición de cuentas y la transparencia que deben existir. La falta de conocimiento en el manejo de los programas federales ha puesto a muchos en un serio dilema, pues los recursos disponibles no pueden ser desviados a programas que no sean para lo que están etiquetados. Cuestiones elementales como el manejo eficiente de la Tesorería, en coordinación con las regidurías de Hacienda, muchas veces son desconocidas. 

Se espera pues que la importancia que el actual gobierno estatal le sigue dando al rubro de la capacitación tenga resultados positivos en la buena gestión que han iniciado los ediles que se rigen por sistemas normativos internos, antes conocidos como usos y costumbres. Sólo mediante la orientación y la educación para el buen gobierno, la ciudadanía de las comunidades que están en dicha situación, puede esperar de sus autoridades ya no más el saqueo y la falta de rendición de cuentas de antaño. Ya no habrá pretexto de que se desconocen los manuales o los principios rectores para una buena gestión municipal.