Nuestro chantaje perpetuo
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Editorial

Nuestro chantaje perpetuo

 


En plena Navidad y con los latigazos que ha dejado en todos los mexicanos y oaxaqueños la pandemia de Covid-19; con la angustia y el temor a flor de piel, los festejos decembrinos no dejaron de ser festín para quienes han hecho de la presión y el chantaje su modus vivendi. Nos referimos a algunos ediles de la región del Istmo de Tehuantepec, entre ellos: Juan Carlos Atecas, de Salina Cruz; Antonino Morales Toledo de San Blas Atempa; Vilma Martínez Cortés, de Santo Domingo Tehuantepec y Emilio Montero Pérez de Juchitán de Zaragoza, responsables de los bloqueos carreteros que se dieron en los últimos días en la citada región. Aún con el cinismo a cuestas, aparecieron fotografías encabezando estos abominables métodos de presión. Pero, ¿cuáles fueron los móviles para tamaño desafío a la gobernabilidad y la paz social?

Exigían recursos del gobierno estatal para pagar los aguinaldos de los trabajadores de dichos ayuntamientos, además de que, con cargo al erario estatal se regularizaran sus finanzas, lo cual, por ley no le compete a esta última. Días antes, trascendió que el senador Salomón Jara Cruz, en su desatado propósito y nerviosismo para que su partido: el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), lo considere como la única opción para la gubernatura en el 2022, habría llevado ante el gobernador Alejandro Murat, a una veintena de ediles para exigirle que dispusiera de al menos 300 millones de pesos para mezcla de recursos. Ello, bajo amenaza de que de no hacerlo habría protestas. Es decir, que dichos municipios llamados por ley, autónomos, quieren que la administración estatal les resuelva sus desatinos, yerros, excesos y desvíos que tienen en sus propias administraciones.

En la misma tesitura emprendió acciones fuera de la ley, la presidenta municipal de Asunción Nochixtlán, Lizbeth Victoria, quien tomó la caseta de cobro de Huitzo, en pleno período vacacional para exigir prebendas similares. Ésta, desoyó y se enfrentó incluso con elementos de la Guardia Nacional que le exigieron despejar la vía. Lo que sorprende de esta banda de facinerosos y chantajistas es la impunidad. Recién el Congreso de la Unión aprobó por mayoría de votos sanciones a aquellos que lucren con la toma de casetas y el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, ha considerado dicha acción, como una traición al país.