Transporte digno: ¿Al fin?
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Editorial

Transporte digno: ¿Al fin?

 


En el gobierno de Gabino Cué (2010-2016) se dio inicio a uno de los proyectos que la ciudadanía de la capital y los Valles Centrales siempre esperó: un sistema de transporte digno, decoroso y eficaz. Sin embargo, dicha administración terminó y no se pudo concluir, no sin antes invertir muchos millones de pesos en vías, paraderos y autobuses, entre otras cosas. Para muchos dicho proyecto había fracasado. La flotilla de poco más de cuarenta autobuses se guardaba en un encierro, habiéndose utilizado una vez o dos para otorgar servicio gratuito a la ciudadanía. En los últimos meses el tema volvió aparecer en los medios de comunicación y el pasado lunes 14 de diciembre, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa dio inicio a los trabajos de modernización del sistema de semaforización, con tecnología inteligente en 48 cruceros que conforman el Corredor Poniente del CityBus Oaxaca, el cual estará integrado por 12 kilómetros del crucero de San Lorenzo Cacaotepec al municipio de Santa Cruz Xoxocotlán; interviniendo entre ellos los cruceros de la Central de Abasto y el Parque del Amor, vías de comunicación caóticas para el paso de los peatones y automovilistas.

Se trata de una acción que permitirá a los citadinos contar con un servicio de transporte público moderno, además de que mejorará la movilidad de al menos 195 mil usuarios, provenientes de 46 colonias de los municipios de Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Xoxocotlán y Santa Cruz Amilpas. Una vez que se concluyan los trabajos, se espera que en el mes de marzo inicie operaciones. Vale la pena subrayar que, para ello, la capital debe contar con vialidades modernas y seguras que protejan a los peatones, y que además incentiven los traslados en transporte público, beneficiando así su calidad de vida.

Hay que reconocer, no obstante, que entre la ciudadanía hay mucho escepticismo, pues se sabe que durante más de medio siglo en la capital del estado y la zona conurbada, han sido no más de diez permisionarios los que han acaparado el servicio del transporte urbano y son quienes ponen las reglas. He ahí el por qué los miles de usuarios que a diario utilizan el transporte público tienen que soportar verdadera chatarra, operadores irresponsables y concesionarios complacientes. Las calles y avenidas son usadas como pistas de carreras. Hay un mal trato hacia los pasajeros. Pero también hay un sector importante de la población que aplaude el rescate que realizó el gobierno estatal de dicho proyecto. La ciudadanía oaxaqueña ya requiere de un transporte digno y decoroso. 

SSPO: Una mala señal

Uno de los factores de la gobernanza es la coordinación interinstitucional en el seno de una administración gubernamental. Es decir, al menos las instancias de seguridad y justicia deben ir de la mano. En este rubro, debe existir una coordinación estatal en la que participen dependencias locales: la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública, entre otras, así como algunas federales, específicamente el Ejército Mexicano, la Marina Armada de México y la Guardia Nacional, por mencionar solamente algunas, con sus respectivos representantes. Hay datos que advierten que, en materia de seguridad, dicha comisión se reúne casi a diario, dado que este rubro es hoy en día, un tema que merece la atención de los diversos órdenes de gobierno. Ya hemos mencionado la cadena de crímenes que se han dado en la zona de Santiago Juxtlahuaca o los homicidios dolosos, secuestros y operaciones de grupos criminales en el Istmo de Tehuantepec o Tuxtepec.

Sin embargo, todo apunta que, en materia de coordinación, no siempre las cosas caminan como disponen los cánones de todo buen gobierno. A lo que vamos es a esto. En los últimos meses la Fiscalía General del Estado (FGEO), ha llevado a cabo diversos operativos y cateos, luego de denuncias de operaciones ilícitas como es el robo de vehículos de carga, secuestro, trasiego de droga u otros. Algunos de los más reconocidos se han llevado a cabo en Ocotlán de Morelos, Asunción Nochixtlán o Juchitán de Zaragoza, por mencionar sólo algunos, dado que el año pasado también se realizaron varios. En dichos operativos y cateos se han asegurado vehículos, armas de fuego, mercancía con reporte de robo y hasta droga. Muchos de ellos no han tenido el resultado esperado gracias a las filtraciones de los propios elementos tanto de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), como de otros servidores públicos desleales.

Lo que ha sorprendido a la ciudadanía es enterarse de que, en dichos operativos de la FGEO, no participa ni la Secretaría de Seguridad Pública (SSPO) ni la Policía Estatal, sino que la dependencia estatal autónoma tiene que echar mano de la coordinación que existe con los mandos castrenses para que en los mismos participen tanto el Ejército Mexicano como la Guardia Nacional. Ello implica que la sobada coordinación al interior de las dependencias estatales no sólo no existe, sino que, además, hay desconfianza hacia quienes se presume, son los garantes de la seguridad y salvaguarda ciudadana.