IAIP: Rehén de partidos
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Editorial

IAIP: Rehén de partidos

 


En el año 2000 nació en nuestra capital el llamado “Grupo Oaxaca”, conformada por periodistas, editores, investigadores universitarios y académicos. Fue a raíz de la realización de un seminario, sobre el tema de acceso a la información y transparencia, celebrado en conocido hotel. Varias reuniones se llevaron a cabo para integrar una propuesta y discutirla con los diputados federales, que ocupaban una curul en el palacio legislativo de San Lázaro. Eje de este grupo fue la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos, A.C. (AME), entonces presidida por nuestro director y Gerente General, Benjamín Fernández Pichardo, quien encabezó junto con otros miembros del “Grupo Oaxaca”, el cabildeo con los representantes de las diversas fuerzas políticas acreditadas en la Cámara de Diputados, hasta que en el 2002 se aprobó y promulgó la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, suscrita por el ex presidente Vicente Fox Quesada.
Pese a lo que se dijo en los discursos oficiales, dicha ley y la promoción de los órganos garantes en el país, jamás fue iniciativa gubernamental ni, mucho menos, promovida desde el Estado mexicano. Fue una conquista de la sociedad civil organizada y, por tanto, un triunfo ciudadano. Muchos no lo vieron así, como fue el caso del ex gobernador Ulises Ruiz, quien promovió la creación del Instituto de Acceso a la Información, con una carga política, imponiendo como presidente a quien antes se había desempeñado como diputado local. El órgano garante fue derivando un instrumento del pago de favores políticos y rehén de partidos políticos. Del Instituto de Transparencia pasó a ser Comisión de Transparencia (COTAIPO), perdiéndose su objetivo en cumplir caprichos y compromisos políticos, apuntalados desde el Congreso del Estado.
Desde el mes de agosto de 2019, concluyó el período de uno de los ex comisionados del Instituto de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IAIP), de lo cual, la comisión respectiva en el Congreso del Estado, que preside la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), María de Jesús Mendoza Sánchez, hizo caso omiso. Y a cinco meses de ello, dicho órgano legislativo designó a Fernando Rodolfo Gómez, para el cargo, sin experiencia reconocida en la materia, sino como una cuota política de la titular de la comisión respectiva, con quien ha trabajado. Ello implica que el órgano garante de la transparencia, acceso a la información pública y rendición de cuentas, sigue como rehén de partidos políticos, perdiendo su esencia ciudadana.

Y la influenza sigue

Mientras las autoridades sanitarias del país están preocupadas por evitar que ingresen al país personas infectadas por el llamado coronavirus y se han establecido controles en algunos aeropuertos del país, en nuestra entidad oaxaqueña siguen creciendo los casos de influenza. La semana anterior, los casos se incrementaron, como lo publicamos en nuestra página principal del domingo. Esta situación se presenta justo cuando el sistema de salud, no sólo estatal sino nacional, vive una de sus peores crisis, con la desaparición del Seguro Popular y el establecimiento del Instituto Nacional para la Salud y el Bienestar (INSABI), cuyas reglas de operación hasta hoy, siguen siendo un misterio. A ello hay que agregar la falta de medicamentos e insumos para el sector.
Hay que recordar que hace al menos una década, aquí en Oaxaca, se dio el caso de una paciente, en donde mutó el virus de la influenza H1N1, que provocó emergencia mundial y acciones descabelladas como el sacrificio de cerdos. Si bien es cierto que los casos recientes han sido más bien de influenza estacional, no estaría por demás que los Servicios de Salud en la entidad (SSO), tomen las providencias necesarias para atenderlos, además de publicitar las medidas de prevención para que la ciudadanía sepa qué hacer para evitar la proliferación del virus. Existe una total falta de coordinación entre las instancias de salud y las áreas que tienen a su cargo la difusión de los programas gubernamentales. Se da una situación similar a la que se dio con la falta de difusión de las medidas de profilaxis para evitar el dengue, durante la temporada de lluvias.
De no tomarse las medidas pertinentes para evitar el contagio y la proliferación de la enfermedad, pronto podríamos estar en emergencia sanitaria. Los casos de que hemos publicado en nuestras páginas pueden multiplicarse en esta temporada invernal. Sólo la atención oportuna y profesional puede evitarlo. El gobierno de Alejandro Murat, a través de la dependencia responsable, debe atender sin dilación este asunto. Se trata de una severa advertencia sobre un tema de salud pública. La influenza es una enfermedad endémica de la temporada de frío, que no hay que confundir con las infecciones respiratorias severas. Se trata de un mal que requiere de la atención gubernamental y del tratamiento oportuno para evitar que cobre vidas y se disemine entre la sociedad.